De sobra es conocido el humor de los community managers de muchas cuentas oficiales y en esta ocasión es Ryanair la que tira de él para aprovechar las críticas de las que está siendo objeto este mes por pretender cobrar 90 euros a una pareja de mallorquines que quisieron embarcarlas gratis como parte de su equipaje de mano. En su cuenta de Twitter ha difundido un montaje fotográfico con una ensaimada gigante como protagonista.

“La ensaimada en cuestión”, tuitea, y adjunta una foto de una mujer que tira de una ensaimada de tremendas dimensiones, como para justificar por qué no permite subirlas al avión gratis. Aunque lo cierto es que si el pasajero compra las ensaimadas en el horno que hay dentro del aeropuerto, en el área de las tiendas libres de impuestos, la aerolínea irlandesa no pone ninguna pega.

Siguiendo con su broma, cuando una tuitera escribe: “Es oficial, detesto Ryanair”. La compañía responde: “¿Tú también querías subir una ensaimada gratis?”.

Como era de esperar, hay un alud de “me gustas” y también respuestas airadas de personas que no se han tomado bien el sentido del humor de Ryanair y aprovechan para explayarse en ese amor-odio que se tiene a la compañía de bajo coste que tanta gente critica pero al final la elige para volar barato.

Sin fecha para la reunión

Mientras tanto, la compañía todavía no ha dado fecha al Govern para mantener un encuentro, que ha solicitado el conseller en funciones Iago Negueruela para defender el producto local y que no se hagan discriminaciones con las ensaimadas independientemente de dónde se hayan comprado, dentro o fuera del aeropuerto de Palma.

La retranca de Ryanair viene a cuento de que el periodista Stephen Burgen ha informado esta semana desde Barcelona para The Guardian sobre la reunión urgente que pidió Negueruela a Ryanair y a la Asociación de Panaderos y Pasteleros de Baleares por la polémica que provocó que la aerolínea irlandesa exigiera pagar 45 euros por cada ensamimada con las que dos mallorquines planeaban viajar a Alemania al considerar que se excedían en el límite del equipaje de mano.

El periódico británico relata el origen de la polémica con las ensaimadas y la aerolínea de bajo coste en Mallorca que pone pegas a viajar con el tradicional souvenir de la isla y como los dos pasajeros optaron por regalarlas al personal de limpieza del aeropuerto de Palma ante su negativa a pagar 45 euros (39 libras, aclara The Guardian) por cada una.