El Club Diario de Mallorca surge como una idea a finales de la década de los ochenta, cuando se adquieren los terrenos que actualmente albergan a Diario de Mallorca, y se apuesta por realizar anexa una sala multiusos donde poder albergar un Club de Opinión.

Diario de Mallorca estaba hasta entonces en la esquina de las calles Conflent y Bonaire -anteriormente estuvo en La Rambla-, ocupando dos plantas del edificio y el sótano donde estaba ubicada la rotativa. En la primera planta existía una sala que servía de salón de actos para el periódico. Una sala que, por capacidad, situación y accesibilidad distaba mucho de ser ideal. Allí se recibían las visitas escolares y servía también para las juntas generales de accionistas y algún acto cultural o deportivo relacionado con el periódico, pero con una frecuencia muy escasa.

El salto cualitativo y cuantitativo al Polígono de Levante -hoy Nou Llevant- abrió la posibilidad de crear y diseñar un Club de Opinión, similar al que los diarios de Prensa Ibérica, grupo editorial que recién acababa de adquirir la cabecera de Diario de Mallorca, tenían ya en otras plazas como Valencia, Alicante o Vigo, siempre al amparo de los periódicos de cada ciudad. Los Clubs son un apéndice de los diarios y una ventana abierta a la sociedad más plural de cada zona.

El equipo de arquitectos de Estudi d’Arquitecture i Urbanisme fueron los encargados de diseñar tanto el edificio del diario, rompedor en su momento con su jardín interior, como el del Club. Y en 1992 los trabajadores del diario se trasladaron con todos sus equipos a la nueva ubicación.

Bayona, el primer director

El Club empezó su primer curso en los inicios de 1993 y, como era de menester, se creó la figura de director del Club, que dependía directamente del director de la publicación. El primer director fue el periodista Jordi Bayona, que hasta el año anterior había ocupado la dirección del rotativo. Bayona sentó las primeras bases de lo que debía ser un Club de Opinión, abierto a todas las tendencias y personas, así como a todas las áreas sociales.

Como ejemplo, enero de 1993 arrancó con un debate sobre “El futuro de la Sanidad Balear” con el conseller Gabriel Oliver y Miguel Dalmau, propietario de la Policlínica, entre los ponentes y contó con la moderación del doctor Josep Vicens, hoy presidente del Cercle d’Economia. Continuó con una “conferencia caótica” (sic) de la mano de Estudio Zero. Un curso de Bernabé Tierno sobre la psicología humana. Y finalizó con un acto con el título de “Cómo combatir el infarto” por los doctores Triola, Bethencourt y Gómez. Febrero nos trajo un concierto de María Monserrat, al piano, interpretando a Mozart y Beethoven, también una charla coloquio sobre astrología, de la mano de Nuria Mollo. Y como plato fuerte “La decadencia de la caza en Mallorca” un debate que fue moderado por el periodista Damián Caubet, un histórico de esta casa, ya fallecido.

Se tocaban todas las áreas con la pretensión de que el Club no se circunscribiese a temas políticos o sociales y que fuera como el diario, con distintas secciones, y abierto a todas las tendencias

Durante la década de los 90 el Club continuó dirigido por Jordi Bayona, mientras en el diario el director era Pedro Pablo Alonso. Podríamos destacar de esa época el ciclo homenaje que se le dio al poeta Josep Mª Llompart con Joan Triadú de ponente, entre otros; Carlos Solchaga nos visitó en los inicios del Club (1993) cuando era ministro de Economía y Hacienda y fue presentado por un histórico Feliciano Fuster, presidente de Endesa por aquel entonces; también en 1993 estuvo en el Club, acompañado del entonces President del Govern, Gabriel Cañellas, el secretario general del PP, Javier Arenas; en 1994 otras dos figuras políticas nos visitaron, por un lado el exlehendakari vasco Carlos Garaikoetxea, en aquel momento líder de Eusko Alkartasuna; y un político pensador socialista como Ramón Jauregui que, entre otras cosas, ya alertó de los problemas que tendrían en nuestro país las pensiones para allá el 2010, vaticinaba; otra figura política que nos acompañó, en 1993, fue el ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch; y de la política a la ética, sin salir de ese año, el teólogo Miret Magdalena expuso su tesis Juventud y Vejez ante un mundo en cambio; también en ese año tuvimos la presencia en el Club de Luis Carandell, el periodista y presentador del Telediario de TVE y creador de Celtiberia Show; Javier Sádaba, el filósofo vasco disertó en 1994 sobre el nacionalismo, centrado en el conflicto lingüístico en Cataluña y Euskadi; el embajador de Irlanda en España, Richard Ryan, visitó Mallorca y nuestra sala. Fue en 1996 acompañado del cónsul en Baleares y consejero de Editora Balear, Pedro Pablo Marrero; el ‘califa’ de Izquierda Unida, Julio Anguita, nos visitó en 1998, y golpeó igualmente a un González saliente, que a un Aznar, entrante; también en ese año Hans Dietrich Genscher, 18 años como ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal Alemana, ya retirado, nos contó sus peripecias, caída del muro incluida, en el Club; al año siguiente nos visitó Josep Borrell, ahora máxima figura de la diplomacia europea y en aquel momento (1999) candidato a la presidencia del Gobierno, vino acompañado de José María Mendiluce; sin salir de la política, tuvimos ese mismo año a Francisco Álvarez-Cascos, secretario general de Alianza Popular, primero y del Partido Popular después; y también en el mismo campo, solo que unos años antes, Alfredo Pérez Rubalcaba, nos ofreció su conferencia El impulso Democrático cuando era ministro de Presidencia y portavoz del Gobierno, muchos años antes de su polémico pase por el Ministerio del Interior.

De Bayona a Borrás

A finales de siglo, principios de 2000, se produjo el relevo en la dirección del Club. Miguel Borrás “tomó el timón” de la sala por un periodo de dos años. Y no es una metáfora aleatoria, porque el nuevo director no era periodista o reportero radiofónico, sino marino mercante, con lo que realmente maniobró el Club como quien capitanea un barco. 

Miguel Borrás llevó su impronta a las actividades del Club, diversificando aún más los actos e incrementando el número de éstos. Miguel tuvo dos etapas al frente del Club, una primera de dos años y luego una posterior, de mayor duración, de siete años.

Su primera etapa se inició con un ciclo de Arte y Cultura en Mallorca con Francisco Guerra en la dirección, donde se pasaron repaso a las principales obras históricas de la isla. En ese periodo de 2 años, podemos destacar a personajes como Ignacio Ramonet, periodista español catedrático de teoría de la comunicación establecido en Francia y una de las figuras principales del movimiento altermundista; Gustavo Bueno, filósofo español que desarrolló el materialismo filosófico; Teodor Úbeda, obispo de Mallorca hasta 2003 y que marcó muy positivamente la labor del obispado mallorquín; Félix Pons, uno de los mallorquines más insignes del siglo XX. Este político socialista fue presidente del Congreso de los Diputados durante 10 años; destacar también a Gustavo Bueno, unos de los grandes filósofos españoles del siglo XX que nos acompañó en el 2000, presentado por el colaborador de Diario de Mallorca, Camilo José Cela Conde.