«En Balears, la gente está más sana que en otras poblaciones del resto de España», sostiene la investigadora del Institut d’Investigació Sanitària Illes Balears (Idisba) Marta González-Freire, que hoy presenta a las 19.30 horas en el Col·legi de Metges, en el salón de actos Ramon Llull, los datos preeliminares de un estudio sobre el envejecimiento en las islas.
Con este análisis, el grupo de investigación translacional en envejecimiento y longevidad del Idisba pretende caracterizar biomarcadores de envejecimiento saludable y describir los cambios que ocurren cuando las personas envejecen a nivel sistémico.
«Hemos desarrollado un sistema algorítmico que parte de diez o doce biomarcadores para establecer un índice de envejecimiento. En las islas este índice está más bajo en relación a otras poblaciones», sostiene. «Sabemos que en Balears hay muchos octogenarios y nonagenarios», continúa.
¿Por qué los habitantes de las islas llegan mejor a estas edades elevadas?
«Aquí hay mucha gente que se cuida y hace ejercicio. Es algo que sabemos que está relacionado con el poder adquisitivo, que en estas islas es más elevado que en otras comunidades autónomas. También se asocia más el estilo de vida en las islas, mediterráneo, con buen tiempo, con querer mantenerse joven más tiempo», señala González-Freire.
Vitamina D y glucosa
En las analíticas realizadas a los sujetos que participan en el estudio se ha detectado como constante que el nivel de vitamina D es bajo. «A pesar del sol que hace aquí, esto es así y lo asociamos al tipo de dieta», apunta. «También estamos viendo que son más bajos en las islas los niveles de glucosa basales respecto a otros territorios del país, un dato que demuestra mayor salud», agrega.
El estudio de envejecimiento en Baleares, apoyado por el Instituto de Salud Carlos III, tenía como punto de partida el seguimiento de la salud de diez sujetos. «Hay muchas personas en lista de espera para participar en el estudio», indica. Toda esta muestra de personas se dividió en cinco grupos de edad con veinte personas cada uno. Las franjas van de 20 a 29 años, de 30 a 39, de 40 a 49, de 50 a 59, de 60 a 69, más de setenta y más de 80. «El más mayor que tenemos para el estudio tiene 85», desvela la investigadora gallega.
