El eurodiputado de Ciudadanos y expresidente de Baleares, José Ramón Bauzá, no gana para sustos. Hoy el periódico digital El Confidencial publica que el Parlamento Europeo le ha abierto una investigación por acoso laboral. Se trata de un empleado de su oficina que ha interpuesto una denuncia interna por presunto acoso psicológico. Según la información de El Confidencia realizada por su corresponsal en Brueselas, Bauzá asegura que la denuncia es una cuestión "de interpretación", porque considera que la misma se centra en determinar si la carga de trabajo en su oficina "es excesiva o no".

Este es el segundo conflicto de Bauzá desde que es eurodiputado, ya que el escándalo de los sobornos de Qatar a Eurodiputados le salpicó al ser el presente de la Comisión de Amigos de Qatar y conocerse que el país árabe le pagó un viaje y hotel de cinco estrellas. El propio Bauzá suspendió dicho grupo tras el escándalo originado con la detención de la vicepresidenta del Parlamento Europeo.

La investigación abierta por el Parlamento Europeo parten de la denuncia y las declaraciones por escrito de los testigos, una lista y resumen de las pruebas recogidas, así como una copia de los documentos pertinentes. También se incluye un dictamen sobre la existencia o no “de indicios razonables de acoso” en los primeros 40 días desde el inicio de las pesquisas.

El reglamento de recursos humanos de la Eurocámara entiende el acoso psicológico como "toda conducta impropia que se produzca durante un tiempo, sea repetitiva o sistemática, y conlleve conductas físicas, lenguaje hablado o escrito, gestos u otros actos dolosos y que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de cualquier persona".

La información de El Confidencial detalla que durante las investigaciones se han mantenido distintas audiencias y declaraciones, por lo que ha encontrado dichos indicios de acoso por parte del eurodiputado, sin que eso signifique que el resultado final de las investigaciones concluya que es culpable. La decisión final la tendrá que tomar la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, con un informe confidencial en que el comité investigador detallará sus conclusiones.