La UIB ha recuperado parte del patrimonio pictórico que ha desaparecido, sin que todavía se conozcan las razones que expliquen dicha desaparición. La mujer que hace años compró en una galería de arte de Palma una obra elaborada por el pintor Miquel Barceló, que el artista había regalado a la UIB, devolvió ayer tarde la pintura a la Universitat. Y, además, lo hizo sin exigir ninguna recompensa a cambio, a pesar de que ella tuvo que pagar 10.000 euros cuando adquirió este cuadro. La obra iba a ser subastada el pasado mes de marzo en una galería de Madrid, pero se suspendió al descubrirse que se trataba de una pintura que pertenecía a la UIB.
Esta pintura realizada por el genial pintor de Felanitx fue un regalo que el propio Barceló realizó a la Universitat en el año 1988. Y es que el artista se implicó de una forma personal en toda la movilización social que luchara para evitar que los terrenos de sa Canova de Artà se urbanizaran. Y además de pintar una obra con el único propósito de evitar la destrucción de este terreno de Mallorca, Barceló convenció a otros grandes artistas para que le imitaran y también regalaran obras propias a la UIB para conmemorar esta lucha a favor de la protección de sa Canova. Así, los artistas Sicilia, Mariscal, Broto, Tàpies y Miguel Ángel Campano. Únicamente han aparecido las obras de estos dos últimos artistas, mientras que han desaparecido los cuadros de cuatro de los pintores que colaboraron en esta iniciativa ecologista.
El rector Jaume Carot señaló el viernes que «no constaba» en ningún documento oficial que estas obras hubieran entrado en algún momento en la UIB.
La mujer que ha devuelto esta obra no quiere ningún protagonismo público y prefiere mantenerse en el anonimato. La UIB tiene previsto hoy presentar públicamente la obra de Barceló.
