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Armengol pierde a su gran apuesta

La renuncia de Oriol Lafau deja tocados a los socialistas

La caída del psiquiatra de las listas causa un gran disgusto a la presidenta del Govern y la consellera de Salud - En el partido admiten el error de Garrido pero no tendrá consecuencias

Patricia Gómez, Francina Armengol y Oriol Lafau. CAIB

La renuncia de Oriol Lafau como candidato en la lista de Francina Armengol al Parlament por la polémica que ha suscitado que sea padre por gestación subrogada ha provocado una sensación de disgusto entre las filas del PSIB-PSOE y ha dejado tocado al partido. El psiquiatra siempre ha sido considerado un profesional de reconocido prestigio y era una de las apuestas personales de la presidenta del Govern de cara a una hipotética reedición del Pacto. La socialista tenía previsto crear un puesto específico y de especial relevancia dentro de Salud que ocuparía el médico con el objetivo de potenciar las acciones vinculadas a la salud mental, uno de los ejes principales del programa electoral.

Las alarmas del Consolat se encendieron cuando la noticia de la maternidad de Ana García Obregón por vientre de alquiler dejó de ser una cuestión del corazón apara convertirse en un tema de política nacional. Todos los partidos se vieron obligados a marcar su posición al respeto y se volvía a abrir el debate en el país. En la cúpula socialista todos conocían que Lafau era padre por este método y podían esperar que, vista la repercusión del debate, su caso saliera a la luz en los próximos días. Desde sectores de la derecha ya habían deslizado a través de las redes sociales que existía este caso.

El detonante fue el belicoso tuit de la consellera de Presidencia e Igualdad, Mercedes Garrido, en el que aseguraba que la gestación subrogada era «violencia y explotación contra las mujeres», y en el partido asumen abiertamente que fue «una cagada» aunque descartan por completo que se tratara de una acción premeditada por parte de la socialista. Transmiten que Garrido lamenta profundamente lo sucedido y no esconde su aflicción. La renuncia también ha afectado de forma especial a la consellera de Salud, Patricia Gómez, quien mantiene una excelente relación con el médico, sobre todo desde que asumió el cargo de coordinador autonómico de Salud Mental en 2015.

Respeto por la decisión

Armengol afrontaba ayer una jornada larga en la que esperaba las preguntas sobre la renuncia de Lafau. A primera hora, después de un acto en la Universitat de les Illes Balears (UIB), expresó ante los medios de comunicación su respeto por la decisión del psiquiatra y señaló que entiende que intente proteger «por encima de todo» su vida privada: «No quiere ser usado como arma de la peor política».

Ante la pregunta de si secundaba las palabras de la consellera Garrido, la presidenta reiteró que la posición de su partido sobre este método «coincide exactamente» con la normativa española actual. En el programa electoral de 2019 del PSOE de Pedro Sánchez se explicitaba que «los vientres de alquiler socavan los derechos de las mujeres, especialmente de las más vulnerables, mercantilizando sus cuerpos y sus funciones reproductivas». Este posicionamiento es frontalmente contrario a la decisión de Lafau, que iba a ser un cargo electo y debería defender una postura antagónica a la suya en el Parlament.

Estas palabras de Armengol servían para proteger a su compañera y, a la vez, evidenciaban una incomodidad inevitable. La socialista aprovechó el acto para loar la colaboración de Lafau en la elaboración de las propuestas de salud mental del programa electoral.

En la cronología de una caída anunciada —confiesan que era cuestión de tiempo que se publicara—, la reacción de enfado inicial acabó por convertirse en una sensación general de disgusto. Pese a ello, el Govern está inmerso estos días en aprovechar los últimos días antes de que se convoquen de forma oficial las elecciones del 28 de mayo porque, a partir del día 4, el Ejecutivo de Francina Armengol ya no podrá realizar más actos sobre los logros obtenidos que estén financiados por los poderes públicos, tal y como establece la Ley electoral española.

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