Un niño con la pierna rota, agarrado a la barandilla y subiendo las escaleras de su colegio con visible dificultad. Con estas imágenes documenta la AMIPA del CEIP Costa i Llobera de Palma los problemas de accesibilidad que tiene el centro educativo.

Las familias han denunciado que el Instituto Balear de Infraestructuras (Ibisec) todavía no ha acabado de ejecutar las obras previstas que incluían un ascensor, por lo que la única manera de acceder a las aulas es a través de las escaleras.

Según recuerdan los padres en un comunicado, se trata de un edificio de casi 50 años que necesita "intervenciones urgentes", como la instalación del esperado ascensor o la reparación de una de las escaleras de acceso, que están inutilizadas desde el curso pasado por peligro de hundimiento.

Un niño con una pierna rota se coge a la barandilla para subir las escaleras del Costa y Llobera. AMIPA Costa y Llobera

En este contexto, explican las familias, en el Costa y Llobera no se puede matricular ningún niño con movilidad reducida, aunque sea el centro más cercano a su casa o que a su familia le guste el proyecto del colegio. La situación, lamentan los padres, es "discriminatoria" e "injusta" para los estudiantes.

También lo es para las familias: desde la AMIPA del centro explican que uno de los padres del colegio va en silla de ruedas y nunca ha podido acceder al interior, ni siquiera para las actividades de su hijo en las que los maestros piden la participación de las familias.

Padres y madres del colegio avisan de que las barreras arquitectónicas también son un problema cuando un niño tiene una lesión temporal en una pierna; o bien sus padres o los docentes tienen que llevarlos en brazos, o suben las escaleras haciendo equilibrios con las muletas, enumera la AMIPA en su comunicado.

En este sentido, los padres piden a la Conselleria que retome el proyecto de las obras que había previsto ejecutar, que nunca se llegaron a empezar, y recuerdan que una de las intervenciones más urgentes es la reparación de las escaleras por las que subían los alumnos de Educación Infantil.

Estas escaleras se tuvieron que apuntalar en 2018, y más tarde, se inutilizaron por orden de los arquitectos debido al riesgo de hundimiento. Igualmente, la reparación está presupuestada en 12.000 euros, un coste "relativamente bajo" para la Conselleria, por lo que piden que se ejecute "urgentemente": "Es una salida más en caso de emergencia y facilita la entrada relajada de los padres de alumnos de Infantil".