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BOULEVARD

Oleada de robos de Rolex y efectivo en los campos de golf

Un reloj suizo de 18 mil euros y 1.500 euros han sido robados esta semana en Capdepera a un golfista, los ladrones profesionales llegan a desplazar el hoyo y la bandera a zonas propicias

El campo de Felanitx advierte a sus clientes del peligro de robos, «se trata de una solución poco comercial pero es la más efectiva». Ingimage

Miles de personas me paran por la calle para preguntarme por la moción de censura, pero se quedan estupefactos cuando les replico que Mallorca afronta una oleada de robos de Rolex y de efectivo a los jugadores de sus campos de golf. Esta misma semana, un reloj suizo valorado en 18 mil euros y otros 1.500 en efectivo le han sido sustraídos en Capdepera a un golfista, mientras efectuaba su recorrido y descuidó la golfbag donde guardaba sus preciadas posesiones.

No se describe aquí un caso excepcional, los casos se reproducen con idéntico mecanismo en campos de golf de Palma, Calvià, Andratx, Felanitx o Son Servera. Los directores de las instalaciones mantienen un chat donde intercambian información sobre los robos, y comparten las incidencias. Vall d’Or Golf, uno de los recorridos más apreciados por los aficionados, ha ido un paso más allá y ha redactado una octavilla que entrega a sus clientes en castellano, alemán, inglés y francés:

«Estimados clientes, ante la oleada de robos que se está produciendo en los campos de golf de Mallorca, les recomendamos que mantengan sus pertenencias controladas en todo momento».

Israel Rodríguez es el director de este campo de Felanitx, y admite que la advertencia es una medida controvertida:

-Está habiendo robos en muchos campos de golf de la isla. Ante la dimensión del problema, prefiero poner al cliente en antecedentes y no solo verbalmente, para evitar que su experiencia sea negativa.

-Tal vez no es la mejor forma de promocionar el campo.

-Sí que se trata de una solución poco comercial, pero ha sido la más efectiva porque tras el robo solo cabe aconsejarles que lo denuncien. Por eso lo mantengo, aunque no sea muy agradable. Mejor avisarles antes a que se encuentren después sin un reloj de quince mil euros y otros seiscientos en efectivo, como ha ocurrido.

El campo de Felanitx advierte a sus clientes del peligro de robos, «se trata de una solución poco comercial pero es la más efectiva».

El campo de Felanitx advierte a sus clientes del peligro de robos, «se trata de una solución poco comercial pero es la más efectiva». DM

Conviene especificar que los robos cada vez más frecuentes tienen lugar sobre la hierba. Rodríguez recuerda que «un campo de golf es muy difícil de proteger». Hablamos de una superficie de cuarenta o cincuenta hectáreas, de vallado más que improbable, que limitan con carreteras y viales públicos. Si los jugadores pierden de vista su bolsa durante unos minutos, los profesionales aprovechan para desvalijar al cliente de carteras o relojes. A continuación, cumplen con la delicadeza de volver a cerrar cuidadosamente la golfbag, para que el deportista no advierta el robo hasta su regreso al club una vez culminado el recorrido.

Hay que insistir en la profesionalidad de ladrones que disponen incluso de máquinas, para perforar falsos hoyos en los greens. Allí desplazan la bandera correspondiente, para inducir a la víctima a una ubicación más propicia a su delito. Los gestores de los campos no tienen conocimiento de que se haya logrado detener a los autores. Tampoco han sido localizados visualmente, otro indicio de profesionalidad, solo se tiene noticia de algún avistamiento fugaz de una persona corriendo entre los setos. La destreza ha llevado a pensar en el crimen organizado, pero se ignora si están conectados con las bandas italianas ligadas a la Camorra, especializados en la sustracción de relojes de alta gama en Mallorca. Estos delincuentes verían simplificada su labor, al desprenderse el jugador voluntariamente de su cronómetro al aire libre.

Los ladrones en campos de golf aparecen en oleadas, y el comienzo de la temporada turística significa un recrudecimiento del fenómeno. La advertencia previa al jugador sirve también para evitar que el previsible disgusto desemboque en un arranque paranoico. En algún campo, y tras la experiencia, el jugador frecuentemente extranjero llegaba a culpar a la entidad de haberse compinchado con los sustractores.

Las víctimas se hallan apenas a cuarenta metros de los ladrones, que previamente se han estudiado cuidadosamente el entorno. Localizan los llamados «puntos negros» del recorrido, y los hoyos óptimos, donde pueden actuar con mayor tranquilidad. La lógica preocupación de los campos se suma al asombro ante la pericia de los amigos de lo ajeno. Piénselo cada vez que las autoridades le prediquen que vive en una isla segura.

Reflexión dominical plástica: «El artista ha de encontrar su propia voz, el periodista ha de encontrar la voz de los demás».

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