Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

SANIDAD

Un paciente de Mallorca que ha perdido varios dedos recurre al cirujano Pedro Cavadas

No pudo ser atendido de urgencia en la isla al haberse desmantelado la unidad de reimplantes de referencia

Una imagen de archivo de una compleja microcirugía en una mano accidentada. Diario de Mallorca

Un hombre de 40 años que a principios de esta semana sufrió un accidente doméstico en el que se seccionó el pulgar y el tercer dedo de una mano y sufrió una amputación parcial en el segundo, probablemente pierda la funcionalidad en esa extremidad porque la unidad de reimplantes de Son Espases, que en el momento de su creación en torno al año 2014 se vendió como la de referencia de esta comunidad autónoma, está desmantelada desde hace ya varios años, según confirmaron a este diario fuentes sanitarias que reclamaron su anonimato. Un desmantelamiento que obedecería al elevado coste que supone mantener a un equipo de cirujanos traumatólogos especializados en estas microcirugías de gran complejidad en disposición de intervenir en una de estas urgencias las 24 horas del día los 365 días del año.

El paciente de toda esta historia, muy molesto con el trato recibido, reclamó su traslado desde el hospital de Son Llàtzer a la Mutua Balear donde, al parecer, estaría intentado gestionar que el prestigioso y mediático cirujano plástico Pedro Cavadas obre el milagro de intentar recuperar la funcionalidad de su mano.

Pero esto sería el final de esta historia. La película de los hechos fue la siguiente. A comienzos de esta semana llegó a urgencias del hospital de Son Llàtzer una persona que habría sufrido un aparatoso accidente en la mano con la pérdida de dos dedos y una amputación parcial en otro.

El hospital del Migjorn no supo manejar el caso y desde el servicio de emergencias del 061 decidieron recurrir a la, en teoría, unidad de reimplantes de referencia de Son Espases. No obstante, en este hospital les informaron de que esa unidad ya era cosa del pasado y que no podían hacerse cargo del accidentado. 

El 061 recurrió entonces al centro Parc Taulí de Sabadell, donde les informaron que también habían dejado de ser un CSUR (Centros, Servicios o Unidades de Referencia del Sistema Nacional de Salud que proporcionan asistencia a personas afectadas de una determinada patología a nivel nacional) y que tampoco podían asumir esa emergencia.

Como último recurso, el 061 decidió llamar a uno de los tres hospitales de referencia en todo el país para acometer estos complicados reimplantes, ubicado en Burgos. No obstante, en este centro sanitario les informaron de que, habida cuenta de que no hay conexiones aéreas directas entre Palma y la capital burgalesa, el traslado no llegaría a tiempo para acometer la posterior intervención con éxito. Fuentes especializadas consultadas explicaron que la viabilidad de un reimplante de estas características baja mucho si no se acomete en las primeras seis horas de haber sufrido la amputación.

Por todas estas circunstancias, finalmente el paciente no fue intervenido y, al parecer, visiblemente molesto por el trato recibido, habría exigido su traslado del hospital de Son Llàtzer donde estaba ingresado a la Mutua Balear. Antes de irse habría reclamado todos los informes médicos de su caso para intentar recuperar parte de la funcionalidad de su mano consiguiendo que el cirujano Pedro Cavadas se interesara por su caso y decidiera intervenirle.

Las fuentes especializadas consultadas explicaron que en un caso como este en el que se ha sufrido la amputación del pulgar es vital actuar con la máxima rapidez toda vez que, sin ese dedo, toda la movilidad de la mano se ve perjudicada de forma irremediable. «El pulgar es el dedo que te permite usar la mano y, sin él, el resto casi no se mueve», detallaron.

Sin protocolo ni circuito

Los traumatólogos especializados lamentaron que ni siquiera el servicio de emergencias del 061 sepa que la unidad de reimplantes de Son Espases ya no está operativa como ha quedado demostrado en este caso en el que recurrieron al hospital de referencia en primera instancia. «No existe un protocolo de actuación ni un circuito para abordar estos casos», deploraron. Este diario ya informó en enero de 2015 del primer año de una unidad de reimplantes que coordinaba el cirujano Guillem Salvà y que contaba con los especialistas Xavier Terrades, Iván Monje, Nadia Mora y Marcelino Llabrés. Pese a que la cifra de estos accidentes es en estas islas muy inferior al zonas más industrializadas, sí subrayaron que, a diferencia de Mallorca, ni en Menorca ni en las Pitiüses hay especialistas para abordar una emergencia así.

Compartir el artículo

stats