Las obras del nuevo complejo sociosanitario de Son Dureta todavía no han empezado. Lo harán de forma inminente. Pero tras la firma del acta de replanteo con las empresas adjudicatarias, Fomento de Construcciones y Contratas y Construye Capital para levantar el módulo B, el del hospital de larga estancia, y y Melchor Mascaró y Demoliciones Medina para el derribo del edificio semicircular, la primera excavadora ha entrado en el recinto del antiguo hospital, que cerró sus puertas hace doce años.
Por delante, la demolición del mencionado edificio semicircular, de nueve alturas. Y de otros nueve inmuebles anexos: el pabellón A, de seis plantas; la antigua dirección de gerencia, de dos; los talleres, de dos; las calderas, de una planta; la lavandería, de tres plantas; el edificio de Radiología, de una altura; la central eléctrica, de una altura; el de climaticación, de una altura; y la antigua cafetería.
El plazo de ejecución de las demoliciones es de 14 meses y el presupuesto de 3,5 millones de euros.
Para reducir las molestias a los vecinos y no interrumpir el tráfico rodado se colocará un cierre de dos metros de altura en todo el perímetro de la obras, así como un andamiaje para mejorar la seguridad y proteger al vecindario del ruido y el polvo.
En el caso de los trabajos relacionados con materiales peligrosos, como por ejemplo el amianto, estos se adecuarán a la normativa existente en materia de salud y seguridad laboral, detalla el Servei de Salut de Baleares. Las tareas previas dispondrán de un equipo de trabajo especializado y coordinado con empresas de descontaminación que, además, instalarán marquesinas destinadas a la correcta separación de los residuos peligrosos.
Paralelamente a las demoliciones, se iniciará también de forma inminente la construcción del denominado módulo B, cuyo presupuesto sin IVA asciende a 61,5 millones de euros, según el proyecto arquitectónico redactado por Maria Nicolau y Rafael de la Hoz, cuyo plazo de ejecución es de 36 meses. Se trata de un complejo de 38.630 metros cuadrados de superficie divido en tres edificios de nueva planta interconectados por pasarelas a diferentes niveles, que crean patios interiores y espacios libres para los usuarios.
El primer edificio del complejo es el hospital de larga estancia, de dos a tres meses, pensado para los pacientes de mayor complejidad, los que necesitan curas especiales o los que no pueden estar en su domicilio. Contará con una zona de hospitalización de 242 camas.
El segundo edificio albergará un hospital de día con capacidad para ochenta pacientes, espacios de rehabilitación funcional y cognitiva, una área ambulatoria y una de consultas externas.
Y el tercer edificio del módulo B será un centro de salud con una previsión de 20.000 usuarios que integrará, además, un servicio de urgencias de atención primaria.
Las obras del complejo empiezan por el módulo B porque su estructura albergará los principales servicios comunes, como las instalaciones de climatización, las cocinas y las infraestructuras de tratamiento de aguas, justifica el Servei de Salut.
