La nutrida comunidad musulmana de Mallorca, que cuenta con más de 80.000 fieles según las cifras oficiales (en realidad podrían ser muchos más si se tiene en cuenta la población flotante y los trabajadores temporales) empieza hoy el Ramadán. Este jueves, los fieles han realizado su primer día de ayuno.

El noveno mes del calendario islámico es una de las épocas más importantes para los musulmanes, marcada por el ayuno, la oración y, especialmente, la reflexión. Empieza con el avistamiento de la Luna, y finaliza en 29 o 30 días, en función del ciclo lunar, por lo que se prevé que el Ramadán concluya a finales de abril, con el habitual rezo multitudinario.

El "ayuno profundo": un mes de retrospección y revisión

El aspecto que más llama la atención de este mes es que los fieles no pueden comer ni beber entre el amanecer y el ocaso, y tampoco mantener relaciones. Sin embargo, esto es la punta del iceberg: "El ayuno es solo una herramienta para llevar a cabo el verdadero Ramadán; no dejarse llevar por los deseos, mantener el cuerpo en un estado de serenidad y claridad para hacer el ayuno profundo, que es un mes de retrospección y revisión hacia nosotros mismos", explica Nur Bio, miembro de la directiva del centro cultural islámico An-nur, una de las más representativas de Son Gotleu.

Así, empieza para los musulmanes un mes "recogidos y apartados del ruido de la sociedad", en el que se plantearán sus deseos, anhelos y vicios, y reflexionarán sobre su vida en general, tal y como explica Bio a este diario.

Cinco oraciones diarias y lecturas del Corán

Esto no les impide, aclara el portavoz, continuar con su trabajo, estudios o vida cotidiana, aunque sí deben intentar ir a la mezquita para realizar una de las cinco oraciones diarias al caer el sol. Además del rezo, los fieles recitarán y escucharán una treintava parte del Corán. La tradición dicta que esto debe hacerse todos los días del Ramadán, de forma que, al terminar el mes, todos los musulmanes habrán leído al completo el Corán por lo menos una vez.

Por su parte, las mezquitas incrementan durante este mes las oraciones y súplicas. Además, algunas preparan raciones de comida para repartir todos los días de este mes a las personas más vulnerables —independientemente de su religión o identidad—.

Más de cien raciones solidarias en An-nur

En An-nur, por ejemplo, repartirán a partir de esta tarde más de cien raciones, antes de la oración especial de noche, que dura más de una hora. Antes de la pandemia se preparaban comedores para que los fieles pudieran comer allí mismo, pero ahora las raciones se preparan en paquetes para que los fieles puedan llevárselo a casa y compartirlo.

De hecho, para los musulmanes el ayuno físico también es una forma de solidarizarse con los más necesitados. También es un mes de paz, bondad y perdón, en el que los seguidores del Islam tratan de sacar lo mejor de sí mismos. Por eso es especialmente importante durante el Ramadán realizar acciones de caridad, preocuparse por el prójimo y compartir la comida al anochecer.

El cumplimiento del Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam, junto con la profesión de la fe, la oración diaria, la limosna y la peregrinación a la Meca.