La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha denunciado esta mañana junto al buque Astral de Open Arms, amarrado en Palma, que el Mediterráneo "se está convirtiendo en un cementerio por las injusticias que existen en el mundo" como las guerras, el hambre o la pobreza y ha lamentado que la situación siga siendo "muy lamentable y terrible" para todas aquellas personas que se ven obligadas a huir de sus países "y que acaban muriendo en medio del mar".

La socialista ha reivindicado que la labor de la ONG es "absolutamente importante y pedagógica" tanto para los escolares como para la ciudadanía en general: "Si Open Arms no existiera tendríamos que inventarla porque salvan directamente muchísimas vidas y conciencian a la gente". En este sentido ha declarado que las instituciones "no nos podemos poner de perfil" y ha recordado que el Govern les otorgó el Premi Ramon Llull en 2019.

Por su parte la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, ha mostrado su "admiración" por el trabajo constante de la organización y ha explicado que durante estos días pasarán alrededor de 800 alumnos de las tres islas por este buque para aprender acerca de su labor. También habrá 60 profesores que recibirán formación en empatía y defensa de derechos humanos.

Esta misma mañana Salvamento Marítimo rescataba a un total de dieciséis personas de origen magrebí al sur de Cabrera que iban a bordo de una embarcación. Sobre esta cuestión Santiago ha expresado que Baleares está en esta ruta de inmigración, sobre todo de Argelia, aunque ha reiterado que el objetivo de los recién llegados no es quedarse en las islas sino ir a la Península u otros países de Europa: "Hay que hacer política internacional e invertir en esos países porque la inmigración no es un capricho sino una ruptura con toda tu cultura o tu familia. Quien emigra siempre busca un proceso de mejora y de mejores condiciones, hay que respetar la inmigración desde la perspectiva de los derechos humanos".