Son Espases tendrá, dentro de unos meses, la primera casa de nacimientos extrahospitalaria de toda España que se ubicará en las casas de Son Espases Vell. El Govern presentó ayer el proyecto arquitectónico con una infraestructura que costará alrededor de 2,1 millones de euros. Una vez se adjudiquen las obras el plazo de ejecución será de 12 meses y «dará salida al deseo de muchas mujeres de tener este parto en el gran tesoro que tenemos la sanidad pública».

Contará con tres habitaciones individuales con acceso directo al exterior para beneficiar a las mujeres durante el proceso del parto y cada habitación tendrá una superficie de 33 metros cuadrados con baño incluido. Según el proyecto arquitectónico elaborado por la UTE Soler Herrera Montis, el Centro de Nacimientos —rodeado de una zona verde y orientado a la Serra de Tramuntana— tendrá una entrada independiente desde la calle y dispondrá de una vía rápida a los servicios de apoyo de Son Espases en caso de necesidad. El objetivo principal, explican, es crear un continuo entre el hogar de la mujer y el centro mediante un entorno respetuoso que transmita seguridad, calidez y serenidad.

En total, las instalaciones tendrán una superficie construida de 822 metros cuadrados repartidos en dos plantas y en diferentes espacios para el acompañamiento de la mujer durante el embarazo, el parto y el posparto, y también del neonato hasta que reciban el alta. Se han diseñado espacios abiertos para facilitar la comunicación entre las familias y los profesionales, que invitarán al intercambio de experiencias e inquietudes entre las familias con el mínimo posible de barreras arquitectónicas.

Asimismo, servirá para ofrecer a las mujeres con gestaciones de bajo riesgo un modelo asistencial público de continuidad de curas liderado por comadronas durante el embarazo, el parto y el posparto, en un entorno seguro extrahospitalario y que mantenga a la mujer y su bebé en el centro de los cuidados.

Según explican los arquitectos, el proyecto busca utilizar las virtudes del espacio ya existente e introducir nuevas necesidades «desde el respeto y la puesta en valor» de los elementos existentes, que cuentan con un valor patrimonial o etnológico.

El espacio que anteriormente correspondía a los establos estará destinado a las habitaciones donde se realizarán los partos. En cambio, el antiguo corral se usará como jardín exterior para ofrecer un nuevo grado de privacidad a estos espacios más sensibles. «Siempre que sea posible se dejarán aparecer las marcas y texturas propias de la possessió, dejando convivir lo nuevo y lo viejo de forma que el mismo edificio se explique y ponga de manifiesto las diferentes vidas vividas como capas que se superponen», detallan los arquitectos.

En esta misma línea apuntan que el filtro vegetal mejorará además la percepción y generará un nuevo espacio exterior para los usuarios. En el centro del edificio se concentrarán los espacios de consulta y la equipación, así como los usos auxiliares. El objetivo final es conseguir una atmósfera con «cierto carácter de domesticidad que permita huir de la percepción asociada con el uso hospitalario».

La presidenta del Govern, Francina Armengol, aseguró ayer en la presentación que «me enorgullece que nos conozcan en España por proyectos como este» porque esta iniciativa permitirá a las mujeres que lo decidan vivir el parto de forma natural: «El espacio y el entorno son maravillosos». Así, reivindicó que el dinero destinado a la sanidad no es un gasto sino una inversión: «La sanidad pública es nuestro tesoro».

La matrona Juana Maria Prieto manifiesta que se trata de un «momento histórico» que responde a una demanda de muchos años. Reivindica que por primera vez en España se ofrecerá un espacio de estas características en el que «conseguimos adaptar los protocolos dentro de un entorno extrahospitalario» y utilizarán todas las medidas no farmacológicas en un espacio más «cálido y amable».