El Govern balear ha dado el primer aviso a las empresas que acuden a la puerta de los colegios a regalar cromos y álbumes a los niños. El director general de Consumo, Félix Alonso, ha remitido una carta a la empresa Panini advirtiendo que esa actuación con menores supone una «práctica comercial agresiva», y además cometida sobre unos consumidores considerados «vulnerables». En primera instancia, se exige a esa firma que con carácter inmediato cese en esos comportamientos, ya que en caso contrario se adoptaran otras «medidas correctoras más gravosas para la empresa».
La postura adoptada por el Ejecutivo balear nace de una denuncia presentada por la asociación de familias de alumnos del colegio palmesano Verge de Lluc ante la Dirección General de la Infancia de la conselleria de Asuntos Sociales, contra la práctica de algunas empresas de presentarse en la puerta de los centros de enseñanza para ofrecer directamente a los menores, sin la supervisión de ningún adulto, diferentes artículos comerciales y coleccionables, como en el caso de los cromos de Panini. Esta asociación de padres se posiciona en contra de este tipo de comportamientos, por considerar que se están vulnerando los derechos de los menores.
Lo que se alega es que se trata de una práctica abusiva, subrayando que se expone al menor directamente a una publicidad agresiva de la que éste no se puede defender. Se añade que los niños se encuentran en una situación de desprotección absoluta, asegurando que en ocasiones se les ha llegado a obligar a coger la colección de turno.
Situación económica de las familias
Se apunta otro aspecto clave, y es que las empresas que entregan esos productos no tienen en cuenta la capacidad económica de cada familia, y si éstas podrán o no financiar posteriormente la compra de más cromos para que el pequeño complete la colección, creando además un agravio comparativo entre ellos. Tampoco se tiene en cuenta la opinión de las familias, según se añade.
Además, se afirma que se pueden crear conflictos en la puerta de los colegios, y que éstos se pueden trasladar al interior de los mismos, lo que puede afectar negativamente la convivencia entre alumnos.
En este sentido, se afirma que de la misma forma que el Govern ha regulado que exista una distancia mínima que impide que un salón de juegos o de apuestas esté cerca de una escuela, tampoco se deberían permitir prácticas como el reparto de cromos junto a un centro de enseñanza.
Esta queja ha sido recogida por el director de la Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia, Josep Lluís Riera, y la ha remitido al director general de Consumo, que ha respaldado la protesta de los padres del colegio Verge de Lluc.
Carta a Panini
Félix Alonso ha enviado a su vez una carta a los responsables de Panini, en la que les subraya que tanto la ley estatal de protección de los consumidores como la balear considera a los niños como población «vulnerable» que merece una protección especial. En concreto, esta calificación está incluida en el artículo 15 de la normativa autonómica.
Además, en el artículo 16 de la misma se añade que «se consideran ilícitas las prácticas comerciales agresivas, entendiendo como tales las que sometan al acoso al consumidor con ánimo de comercializar el producto o servicio utilizando cualquier tipo de medio».
Por ello, se requiere a la citada empresa que «cese inmediatamente las prácticas denunciadas».
El director general de Consumo reconoce que este tipo de situaciones están muy extendidas, de ahí que aconseje a los centros escolares que cuando se den lo comuniquen , además de a su departamento, a la Policía Local, al tiempo que recuerda que los profesores están considerados como autoridad pública en las inmediaciones de sus colegios.
