El poderío de Türkiye es notorio en Londres, Madrid o Berlín. El espacio que ocupa el país euroasiático en las grandes ferias turísticas es prominente. También en la ITB ha sido un hervidero de gente ese destino que tanto atrae a los alemanes, por la calidad de sus resorts y sus atractivos precios. En el sector hay opiniones para todos los gustos sobre cómo puede afectar al archipiélago esta temporada el competidor. La más generalizada: «Turquía tiene su clientela, que no es la de Baleares». Y se recuerda el factor desestabilizador por el impacto de los terremotos del pasado febrero.
«Los competidores siempre van a estar ahí», dice Jorge Marichal. El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) considera que la demanda turística hacia Turquía ahora mismo está muy afectada por la tragedia que han dejado los seísmos. Además de los miles de víctimas y la terrible situación que tratan de sobrellevar tantos ciudadanos turcos evacuados, está la imagen de que «todos los días se caen edificios». En consecuencia, acota el canario, «se van a buscar destinos más seguros. El mercado alemán es muy sensible, se asusta mucho». Añade otra desventaja, «su cercanía a la guerra que se lidia Ucrania». Por contra, esgrime el líder de los hoteleros, los destinos españoles son seguros.
"No hay que preocuparse"
Si Turquía es un competidor a tener en cuenta para el verano, «en invierno lo es Egipto», y aunque Grecia «va como un tiro» también padece la falta de personal y tiene «pocas camas», sentencia el canario. Por otro lado, Marichal considera que «es normal» que suba el precio de los paquetes turísticos en los destinos españoles. «Se está encareciendo la vida, el transporte, el coste del personal por el alza salarial de los convenios de hostelería en Canarias o Baleares...; hay que compartir los márgenes». Un mensaje claro para las mayoristas que ven con recelo la subida de las tarifas hoteleras.
«La gente —dice Álvaro Blanco, consejero de Turespaña en Berlín— quiere saber lo que se va a gastar en las vacaciones, todos los turoperadores dicen que tienen incrementos del 30-40 % con el todo incluido». Sobre los competidores cree que son «movimientos de carácter circunstancial; no hay que preocuparse».
Türkiye, que no Turkey —para evitar la homonimia de la palabra inglesa turkey (pavo) en junio del año pasado cambio su nombre de cara a la comunidad internacional— es un destino muy atractivo en Alemania para la población alemana en general y la de ascendencia turca en particular.
Superada la falta de rusos
En pleno marzo en las pantallas informativas del aeropuerto de Berlín-Brandeburgo Willy Brandt lucen las próximas salidas a Palma o Antalya. «Lamentablemente, hay un frenazo de las ventas a Turquía, a pesar de que el terremoto ocurriera lejos de la zona turística», dice Manuel Morales, directivo de FTI, sobre «el destino número uno con reservas de última hora». Aún así no habrá problemas este verano: «La clientela que va a Turquía (pagando menos) no es la que va a Balears».
«La gente tiene corta la memoria y la zona turística está lejos de los terremotos», apuntan otras fuentes de la turoperación. A Turquía «le fue bien en 2022 a pesar de que dejaron de llegar los rusos, su principal mercado junto con el alemán. Se esta vendiendo bien».
