El colapso inmobiliario de Baleares llegará por Ibiza. Según los datos correspondientes al cuarto trimestre de 2022 publicados por el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, tanto la capital ibicenca como Santa Eulària han desbordado a Palma en lo tocante al precio de la vivienda. La carrera desenfrenada por el liderazgo del metro cuadrado se libra dentro de la comunidad más cara de España, siempre atendiendo a la valoración oficial del Gobierno y con la sola excepción de Madrid, distorsionada por su rol estatal.
El «valor tasado medio de vivienda libre» alcanza en la capital ibicenca los 4.700 euros por metro cuadrado. Es decir, el precio estándar de una vivienda de cien metros ronda el medio millón de euros. Santa Eulària se sitúa a doscientos euros de esa cifra, que sería un margen abismal en otras comunidades pero que en Ibiza se mantiene en 4.500 euros.
La magnitud real de los precios ibicencos de la vivienda se aprecia con mayor claridad al señalar que los dos municipios destacados comparten el liderato español, en los precios de ciudades con más de 25 mil habitantes, con San Sebastián. La urbe donostiarra se sitúa unos euros por encima de Santa Eulària pero a una distancia significativa de la capital insular. La preeminencia alcanzada por la mayor de las Pitiusas no empequeñece el precio también disparado en Palma, con 3.100 euros por metro cuadrado.
Al comparar con el resto del Estado, cabe hablar de que Baleares y la Península aportan dos realidades económicas distintas, si no antagónicas. Hay capitales de provincia españolas donde se podrían comprar hasta cinco inmuebles de idéntica superficie por la cantidad pagada en Ibiza por uno solo. Así ocurre en Jaén o Teruel. Otro dato significativo establece que Madrid y Barcelona se encuentran en el rango de los tres mil euros por metro, a distancia considerable de los enclaves ibicencos.
Al trasladar los datos del ministerio al ámbito regional, se conserva la preeminencia de Baleares, con 3.200 euros por metro. Madrid se mueve en el entorno de los 3.300, con la ventaja de un poderoso cinturón vedado en Palma, y mucho más en Ibiza, por las dimensiones insulares.
El año pasado se cerró sin que ninguna otra autonomía superara el nivel de los 3.000 euros por metro. El peso específico de Barcelona se rebaja en toda Cataluña a 2.600. Ahora mismo, Baleares es el lugar más caro de España para adquirir una residencia. O el más apreciado, si se traduce la economía a términos aspiracionales.
Los datos del último trimestre no permiten aventurar una estabilización de los precios. Baleares no había superado nunca antes los tres mil euros por metro. Esa barrera se pulverizó en el segundo cuarto de 2022, y las cifras se mantienen desde entonces por encima del citado listón. La noticia a este respecto sería un leve descenso de seis décimas de octubre a diciembre, pero numerosas provincias han experimentado bajadas de precios más acusadas pese a partir de escalones inferiores.
El incremento del precio de la vivienda el año pasado en Baleares rozó el seis por ciento. La comparación de los costes desatados de la vivienda con los salarios tienden al absurdo de que un trabajador medio no podría comprar una casa, también promedio, ni sumando los salarios de toda su carrera laboral.
