Un equipo de rescate de montaña formado por guardias civiles y bomberos de Mallorca auxiliaron en la madrugada de ayer a una pareja con dos niños pequeños que se habían refugiado en una caseta en Menut en condiciones muy precarias después de que se desplomara un pino de grandes dimensiones sobre su caravana. Los rescatistas instalaron a la familia en otra caravana que había cerca y que contaba con calefacción, donde pasaron la noche hasta ser rescatados ayer por la mañana. A lo largo del día fueron rescatados también unas cincuenta personas que se refugiaron en el santuario de Lluc tras dejar abandonados sus coches en medio del temporal de nieve.

El 112 recibió sobre las nueve de la noche del lunes un aviso de una pareja con dos niños pequeños que estaban pasando la noche en una caravana en el área recreativa de Menut, y que habían tenido que abandonar el vehículo porque les había caído encima un pino de grandes dimensiones. Era el peor momento de la tormenta, con fuertes vientos y temperaturas muy bajas, por lo que se puso en marcha un operativo de rescate de inmediato.

Un equipo formado por guardias civiles del Grupo de Rescate de Montaña (GREIM) y bomberos de Mallorca se dirigieron hacia allí, pero tuvieron que dejar sus vehículos en Caimari porque la carretera estaba impracticable, con un metro de nieve y numerosos árboles derribados. Los rescatistas subieron a pie en una travesía de varias horas y llegaron al lugar a las cuatro de la madrugada. Localizaron la caravana, totalmente aplastada, y vieron luces en el cercano refugio de Menut. Allí encontraron a la familia en buen estado, aunque las temperaturas eran extremadamente bajas.

El equipo de rescate había visto en la zona otra caravana en la que había una joven con un perro. El vehículo tenía calefacción y disponía de comida y bebida, por lo que instalaron allí a la familia para que pasaran la noche. Ayer por la mañana, cuando los equipos de emergencia lograron abrir el camino, todos ellos fueron rescatados.

Durante la travesía nocturna los rescatistas localizaron numerosos coches que habían sido abandonados en las vías que conducían a Lluc. Los bomberos y guardias revisaron todos los vehículos para asegurarse de que no había nadie dentro. Muchos de los coches tenían las llaves en el contacto y las puertas abiertas, señales de la premura con la que los ocupantes los dejaron.

Todos ellos se habían refugiado en el santuario de Lluc. Ayer por la mañana había unas cincuenta personas en la hospedería, incluidos varios niños pequeños. Todos ellos estaban bien. Finalmente a lo largo de la mañana de ayer los trabajos de Bombers de Mallorca, Ibanat y operarios de Carreteras consiguieron abrir la vía para que pudieran salir.

A lo largo de la noche del lunes, Guardia Civil y Bombers de Mallorca participaron en otros operativos de rescate. Guardias civiles auxiliaron a las personas que habían quedado atrapadas en la carretera de Valdemossa tras haberse quedado cruzado un autobús en el kilómetro 17 debido a la nieve acumulada. Los ocupantes del autobús y demás conductores que se encontraban atrapados fueron evacuados en vehículos de la Guardia Civil y trasladados a Palma.

Guardias civiles y bomberos de Mallorca evacuaron también a cuatro trabajadores que habían quedado aislados en la embotelladora del Coll de Sóller. En la urbanización de Cretatx fueron evacuadas cinco personas en vehículos de la Policía Local de Sa Pobla, Protección Civil y Guardia Civil hasta sa Pobla debido al desbordamiento del Torrent de Siurana.

Miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas(GEAS) se han desplegado por los torrentes del Llevant de Mallorca con el fin de comprobar el cauce que desplazan, auxiliando a algunos conductores atrapados en sus vehículos debido a inundaciones de carreteras mediante remolque sin más consecuencias.