La ONG Hogar Sí, una entidad dedicada a combatir el sinhogarismo, tiene previsto comprar setenta viviendas en Mallorca a lo largo de los próximos tres años para alquilarlas a personas sin techo. Las adquisiciones tendrán lugar en los municipios de Palma, Inca y Manacor. Del mismo modo, planea hacerse con otros cien inmuebles en Madrid. En total supondrá una inversión de quince millones de euros.
Hogar Sí se ha aliado con otros actores para crear Primero H, la primera socimi (Sociedad Anónima Cotizada de Inversión Inmobiliaria) social de España. De este modo Asocimi, la patronal de las socimis, y Hogar Sí, una organización sin ánimo de lucro que busca acabar con el sinhogarismo, han sentado las bases del primer vehículo de inversión que busca dar acceso a la vivienda en alquiler asequible a personas en situación de vulnerabilidad residencial.
«Nuestra intención es crear arrendamientos asequibles comprando viviendas. Nos definimos como una inversión social de impacto: por un lado, damos un retorno social y, por otro, uno financiero para que esto se mantenga por sí mismo», explica Javier Basagoiti, presidente de Asocimi y uno de los fundadores de Primero H, en una entrevista a El Periódico de España, diario que pertenece a Prensa Ibérica como este rotativo.
La estrategia de adquisición es siempre comprar viviendas dispersas, es decir, un máximo de una o dos por bloque de edificios. «No queremos crear guetos y por eso hacemos una compra granular», señala Basagoiti.
El funcionamiento es sencillo. Organizaciones sin ánimo de lucro como Hogar Sí, Tengo Hogar o la Fundación Lázaro se adjudican un contrato con la administración pública para dar una solución habitacional a personas que carecen de ella. Estas ONG lanzan un mandato a Primero H para que compre las viviendas que necesitan para poder llevar a cabo su labor y a cambio le firman un contrato de alquiler a la Socimi.
En marzo del pasado año compró sus primeras cinco viviendas en Madrid a Anticipa, el servicer de Blackstone en España, que fueron alquiladas a Hogar Sí por 490 euros al mes. A posteriori ha ampliado su cartera hasta las nueve viviendas, con una inversión que ronda el millón de euros, ejecutada entera con fondos propios. A mayores, están estudiando la adquisición de cuatro o cinco viviendas más en los próximos meses. «Hemos comprado pisos entre 88.000 y 119.000 euros. Nuestra intención es hacerlo a una media de 100.000 euros, de forma que se puedan alquilar entre 400 y 500 euros al mes», resume el presidente de Asocimi.
«El gran problema de las carteras de vivienda en alquiler social es que tienen un ratio de impago entre el 35% y el 50%. Por esto decidimos alquilar directamente las viviendas a las ONG. Nosotros nos encargamos de la gestión inmobiliaria y obtenemos entre un 1,5% y un 2% de rentabilidad anual, lo suficiente para mantenerse por nosotros mismos», explica el fundador de la gestora Inbest Real Estate.
Por ahora, todas las compras se han realizado con fondos propios, pero podrán financiarlas para obtener más capacidad de inversión. También están abiertos a ampliaciones de capital no dinerarias, es decir, a través de aportación de inmuebles.
Cinco personas fuera de la calle
Basagoiti cree que el resultado de las inversiones es inmediato: «Una persona a la que se le entrega una vivienda es una persona que sale de la calle y ya hemos conseguido sacar a cinco. Todo esto lo hacemos desde la iniciativa privada, sin contar por ahora con la ayuda de la administración pública, aunque varios ayuntamientos se han ofrecido a colaborar. Esto no es un invento español, ya existe con mucho éxito en Reino Unido o Australia».
Invertir en Primero H es una opción para otras socimis. «Todas ellas deben destinar un 80% de su cartera a activos en alquiler e invertir en otra socimi se considera apto», explica el presidente de la patronal. Por ahora, el importe mínimo exigido por el regulador es de 100.000 euros, aunque se plantean solicitar una rebaja de este importe hasta los 10.000 euros.
Més Obligará a sacar al mercado las viviendas vacías y les subirá el IBI
El coordinador general de Més per Mallorca y candidato a la presidencia del Govern en las elecciones del próximo 28 de mayo, Lluís Apesteguia, se comprometió ayer a modificar la ley de Vivienda para «obligar a sacar al mercado inmobiliario las viviendas vacías que llevan más de 10 años sin salir al mercado inmobiliario». Apesteguia también anunció que aumentará de manera considerable el IBI a las viviendas vacías. En Deià, donde es alcalde, ha incrementado este impuesto un 50%.
