La cifra de trabajadores que han llegado al invierno con la necesidad de obtener una prestación o un subsidio por desempleo ha quedado finalmente por debajo de lo previsto, y se ha situado ligeramente por debajo de los niveles que se registraban antes de la pandemia, una situación que la directora provincial del servicio estatal de empleo (SEPE), Sonia Barranco, achaca a la elevada actividad empresarial que se ha mantenido en las islas durante la temporada baja, lo que ha derivado en unas cifras de desempleo reducidas durante este periodo.
En concreto, el número de expedientes que este servicio ha tramitado entre octubre de 2022 y el pasado mes de enero asciende a 123.458, sin alcanzar la cifra de 125.060 registrada durante ese mismo periodo de finales de 2019 y principios de 2020, antes de que se desatara la pandemia. Ese volumen de demanda de prestaciones queda muy por debajo del registrado entre octubre de 2021 y enero de 2022, cuando se alcanzaron las 214.661 tramitaciones, pero se trata de ejercicios que no pueden ser comparados dado que durante este último periodo todavía eran muchos los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que se seguían aplicando.
Esa reducción en el número de perceptores de ayudas por desempleo no significa que el dinero que se destina a subsidios y prestaciones se haya reducido. El valor de la nómina para el pago de las mismas ascendió durante el pasado mes de enero en Balears a poco más de 143 millones de euros, cuando en el mismo mes de 2020, cuando todavía no se había desatado la pandemia, ese importe fue de 110,6 millones.
Más trabajo y mejor pagado
Entre los factores que explican este incremento desde el SEPE se señala en primer lugar que los salarios también han crecido durante ese periodo, elevando la base sobre la que se calcula la prestación por desempleo. Pero además, se recuerda que la temporada turística del pasado año fue considerablemente larga, lo que hace que muchos asalariados hayan aumentado el número de meses cotizados y conseguido así el derecho a una prestación en lugar de un subsidio, este último de menor cuantía.
Pese a no alcanzar las cifras de 2019, el volumen de trabajo para el personal del SEPE ha sido intenso, y Sonia Barranco pone como ejemplo que entre octubre de 2022 y este mes de febrero se ha atendido presencialmente a más de 60.000 personas, y que las llamadas telefónicas recibidas entre octubre y enero han quedado por encima de las 21.000.
Añade un dato que considera especialmente relevante, y es que pese a la complejidad que este año ha tenido el reconocimiento de las prestaciones debido al periodo anterior de los ERTE, en estos momentos el trabajo de las oficinas está al día. Es decir, las personas que tramiten su expediente para solicitar una ayuda este mes, la cobrarán en marzo, lo que la directora provincial pone en valor como prueba del esfuerzo realizado por la plantilla de este servicio.
