Unidas Podemos cede ante sus socios del PSIB-PSOE para conseguir formar un frente común con el fin de reclamar de forma unitaria la posibilidad de limitar la compra de viviendas por parte de no residentes en Balears. La formación morada llegó ayer a un acuerdo con los socialistas para instar al Govern balear a «impulsar coordinadamente con el Gobierno del Estado y las instituciones de la Unión Europea una ley que contemple las medidas necesarias que permitan restringir la compra de viviendas a las personas físicas o jurídicas no residentes con el fin de evitar la especulación actual en torno a la vivienda». Es decir, seguir con el planteamiento inicial de negociación con el Estado y la UE, como habían expresado desde el propio Ejecutivo autonómico.

Este pacto supone rebajar las primeras aspiraciones de Podemos porque, después de elevar el tono, habían exigido que el Govern declarara de forma unilateral una nueva normativa para restringir la compra, sin contar con el beneplácito de España y Europa. Esta medida no fue bien recibida por el PSIB —«es un brindis al sol»— principalmente porque suponía «engañar a la gente» al intentar legislar sobre un tema del que Baleares no tiene competencias.

En esta misma línea, el diputado del PSIB Joan Ferrer, encargado de negociar la introducción de esta modificación, asegura que «cualquier persona que sepa un poco de leyes es consciente de que una ley balear que fuera en esta línea y que no fuera consensuada con el Estado y la UE estaría inmediatamente abocada al fracaso» y celebra el cambio de parecer de sus socios porque es «muy importante ser realistas» para volver al debate inicial, con el grupo de trabajo del Govern y la Universitat de les Illes Balears (UIB) como punta de lanza. 

«Tenemos un objetivo compartido y hay que sumar voluntades, si no quisiéramos la limitación a no residentes no hubiéramos aprobado la comisión». Así, Ferrer destaca que, después de la rectificación, el redactado de la propuesta «encaja con lo que cualquier persona con sentido común cree que es aceptable».

En cambio, el diputado de Unidas Podemos Pablo Jiménez asegura que «hemos trabajado hasta el último momento para llegar a un punto de acuerdo porque no entendíamos la negativa del Partido Socialista» e insiste en que existe una «posibilidad real» de llevar a cabo esta medida, «aunque determinados poderes e intereses se hayan empeñado en que no se puede». No obstante, volvió a insistir en que el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea permite este tipo de actuaciones cuando hay un problema de interés general.

Eliminar las Golden Visa

El Parlament aprobó también exigir al Estado que elimine el visado de residencia para inversores extranjeros no residentes, vigente desde el 2013, con el que se pretendía dar apoyo a los emprendedores y su internacionalización siempre y cuando acreditaran la adquisición de bienes inmuebles por valor igual o superior a 500.000 euros. Salió adelante con los votos del Pacto y la abstención de El Pi.