Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Prohens no gobernará sin Vox ni Armengol continuará sin El Pi

El PSOE se atribuye en sus cálculos un colchón de cinco diputados en las autonómicas, tomando en consideración los tres escaños actuales de Meliá

Armengol con Meliá, una relación fundamental para prolongar el Pacto. / A Prohens le incomoda Jorge Campos pero no podrá gobernar sin él. DM

La incertidumbre ante las elecciones autonómicas del 28 de mayo debe arrancar reiterando el asombro ante la hegemónica situación actual, con Palma, Mallorca, Balears y Madrid en manos de la izquierda. Por desgracia, existe el precedente de un año de comicios con Cort, Consell, Consolat y Moncloa bajo presidencias socialistas. Se llama 2011, y todas las instituciones se perdieron estrepitosamente. Mariano Rajoy y José Ramón Bauzá obtuvieron los mejores resultados históricos del PP, así en lo nacional (186/350) como en lo regional (35/59). Sí, es un sesenta por ciento de escaños en el Parlament. Así surge la primera cuestión acuciante:

-¿La situación del cuarto Pacto de Progreso en 2023 equivale a la del segundo en 2011?

-Ni hablar, a Armengol no le han metido consellers en la cárcel, y esta semana ha salido a hombros de los hoteleros. En febrero de 2011, toda Balears salvo el PSOE sabía lo que iba a ocurrir en mayo (sí, es un aviso sobre la ceguera de los partidos frente a sus desastres inminentes). Y antes de que la euforia emborrache a los progresistas, hay que recordar dos factores decisivos en contra, la inflación y el odio que suscita Pedro Sánchez entre sus infieles.

El Pacto no está tan mal como en 2011, pero se mide a marcadores más próximos donde indagar:

-¿Se encuentra la izquierda balear en una situación parecida a 2019, ya no hablemos de 2015?

-El buen humor es indispensable para sobrevivir en política, pero sin abusar ni derramarlo sobre los cálculos preelectorales. Tras ocho años victoriosos, el Pacto se ha erosionado. La aceptación de Armengol es inferior a la de otros presidentes regionales según el CIS y, aunque Més salvará los muebles a duras penas, ni Podemos sabe hoy en qué consiste Podemos.

-¿Obtendrá el Pacto un resultado más amplio que en 2019?

-Alguien no está prestando atención, porque la pregunta viene contestada en la anterior. Por si acaso, la cuestión puede desmantelarse a la mallorquina, con otro interrogante:

-¿Firmaría Armengol sus 19 diputados de 2019?

-Con los ojos cerrados.

Una vez admitida la inseguridad socialista, hay que dar un paso más. Por primera vez en las nueve autonómicas disputadas hasta la fecha, el PSOE fue la lista más votada en 2019 y el PP se humilló al segundo puesto, con sus 16 escaños actuales. Se llega así a la incógnita crucial:

-¿Cuál será la lista más votada el 28 de mayo?

-Depende a quién le pregunte, por supuesto, pero a nadie le sorprendería una inversión del tándem actual, con el PP de Marga Prohens avanzando al PSOE y recuperando el liderato.

Se llega así al primer algoritmo preelectoral. Si el 28M se anuncia que Armengol encabeza la lista más votada, en ningún caso presidirá Prohens el Govern. Sin embargo, y en caso de superioridad del PP, no queda descartado el Pacto. Así ocurrió en 1999, 2007 y 2015. Por eso Borja Sémper se apresuraba a concluir el pasado domingo en Palma que «el PP será la lista más votada». De lo contrario, podemos dejarlo aquí.

Si arrincona lo emocional, el PSOE es consciente de que puede ser adelantado en el duelo particular con el PP. Pese a ello, no descarta la continuidad del Pacto que hoy se asienta en 32 diputados, con permiso de Més per Menorca. Es mejor que los propios socialistas detallen su confianza:

-Nuestro optimismo en Balears se entiende mejor recordando la fragilidad en Palma, donde solo tenemos un concejal de margen y cualquier retroceso será fatídico. Nuestro colchón en el Govern, por contra, es de cinco diputados...

Detenga la grabación. La izquierda literal tiene en realidad dos diputados de margen sobre los treinta del mojón de la mayoría absoluta, no cinco. Los tres de aluvión que da por sentados el PSOE corresponden al languideciente El Pi, la reencarnación de UM. Los socialistas confían a la vez en el mantenimiento de los regionalistas y en que las excelentes relaciones de Josep Melià con Armengol se traduzcan en un respaldo automático porque, retomamos la grabación, «no podrán apoyar a un Govern de Vox».

Vale que Armengol no continuará sin El Pi, pero los cálculos socialistas introducen más hipótesis que el cuento de la lechera. Es mejor preguntarse:

-¿Apoyará El Pi a ciegas al Pacto de Progreso tras la oportuna ofrenda de regalos?

-No será automático. UM se decantó por el PSOE en los dos Pactos en que tuvo la opción, pero el resultado fue la disolución de UM.

-¿El Pi no puede apoyar en ningún caso un Govern PP/Vox?

- ¿Por qué no? Basta emplear el argumento liberador de que se negocia con el PP y no con Vox, negarse a entrar en el Govern, machacarlo desde el Parlament, exigir el apoyo ciego en una treintena de alcaldías y, de remate, el Consell de Mallorca. Esto último sirve para predecir el relevo de Catalina Cladera en la hipótesis simétrica.

El avispado Sémper también preveía un Govern de Prohens «sin necesitar a otros grupos». Esta quiniela es más arriesgada que la socialista. Desde luego que Prohens no saltará de 16 a treinta diputados. No solo necesita a Vox si quiere gobernar, precisa una extrema derecha lo más fuerte posible para asfixiar al Pi. Y en efecto, de Ciudadanos ni se habla.

Compartir el artículo

stats