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BOULEVARD

Branson es el único hotelero que pide castellano, inglés, alemán y catalán

El artífice del acuerdo de Negueruela con el sector turístico para la subida de sueldos es Gabriel Cánaves, jefe de recursos humanos de Meliá y responsable de sus hoteles cubanos

Richard Branson posa en agosto de 1996 frente a Miquel Massutí y delante de su primer hotel mallorquín, La Residencia. El magnate ha cambiado de establecimiento y de pueblo, de Deià a Banyalbufar, pero no de isla a la que reconoce un idioma propio. Miquel Massutí

Richard Branson se dirige por vídeo a los mallorquines, para invitarles a trabajar en su nuevo hotel de Banyalbufar. Su compromiso económico con la isla trasciende los formalismos y formulismos, porque la mayoría de los puestos de trabajo que oferta en Palma Activa para Son Bunyola requieren «castellano, catalán, inglés y alemán». Recepcionistas, jefes de sala, de comedor o de sección, todos los trabajadores en contacto con los huéspedes han de manejarse en las lenguas citadas.

Los más optimistas pensarán que el cóctel idiomático propuesto por el magnate británico es habitual en la industria turística. Pues no. Una muestra representativa aunque no exhaustiva de las ofertas de trabajo hoteleras en Palma Activa contempla el triduo «castellano, inglés y alemán». A lo sumo, «se valorará» adicionalmente el idioma oficial y propio de Mallorca en puestos muy significados.

Por tanto, Branson es el único hotelero mallorquín que pide los cuatro idiomas indígenas. Su fe lingüística es más avanzada que la del Pacto, incluido Més, que no se enteró de la lengua que habla hasta el último tramo de legislatura. No somos tan ingenuos de ignorar que el magnate quiere beneficiar a los mallorquines de pueblos colindantes. Sabia medida, y también nos lo parecerá si la copian sorianos y gaditanos.

Comparen a Branson con los sindicalistas libres médicos. El Govern regó con millones del «gordo sanitario» a las tropas de Miguel Lázaro, para que después se pasee por las televisiones estatales criticando la política lingüística en Ana Rosa. Enhorabuena a la izquierda ingenua, es un anticipo de lo que sucederá el 28 de mayo, pagar votos a la derecha es un extraño negocio. Y por cierto, el británico acredita cinco mil millones de euros más de fortuna personal que los predicadores de la pobreza idiomática.

Nadie acusará a Branson de torturar idiomáticamente a sus setenta mil empleados. En la foto de Miquel Massutí que hoy nos ilustra, pueden contemplar al creador del imperio Virgin junto a La Residencia de Deià, durante la entrevista a que le sometimos en agosto de 1996. Allí nos repitió su mantra de que «lo más importante no son los clientes, son los empleados, a quienes hay que tratar de modo que puedan marcharse pero no quieran marcharse». Para la historia, habíamos acudido al primer hotel mallorquín de Branson en busca de Lady Di, pero se tropezó con nosotros y se prestó amable a una dilatada charla sin más consideraciones. Inténtelo hoy, cuando hasta los influencers tienen un agente.

Sin salir de Banyalbufar, y dado que Iago Negueruela señalaba ayer en este diario sin nombrarla a la figura capital en la firma del convenio que sube los sueldos de hostelería, ha llegado el momento de desvelar su identidad. Se refería el Conseller de Todo a «personas que ayudan sin visibilidad. Hay una en especial de la que no puedo decir su nombre porque no le gusta y es discreto, y él sabe a quién me estoy refiriendo. Siempre ayuda a llegar a acuerdos. Ha sido clave durante los últimos años».

La pieza decisiva del tablero negociador, ese «experto en recursos humanos de una gran empresa» que Negueruela quiere mantener en el anonimato es Gabriel Cánaves, el máximo ejecutivo al frente de los 44 mil trabajadores de Meliá. Hombre de la absoluta confianza de Gabriel Escarrer Juliá, aunque históricamente no lo fuera de todos sus hijos, lleva más de cincuenta años junto al patriarca.

Cánaves es vecino de Banyalbufar igual que Branson, porque a ustedes hay que explicárselo todo. Íntimo de Fidel Castro y de sus sucesores, también dirige los 36 hoteles de Meliá en Cuba, muy pocas cadenas poseen una cifra de establecimientos similar en Mallorca. Reemplazó a Carmen Riu, promotora del anterior convenio plurianual. Conseller y ejecutivo hotelero se atribuyen la misma misión, «garantizar la paz social».

El tribunal que juzgará a Penalva y Subirán estará compuesto por Antonio Capó, Diego Gómez-Reino y Felisa Vidal. Hay gente que todavía no ha visto Tar ni Decision to leave, pues muy mal hecho.

Reflexión dominical puntual: «Todos somos nacionalistas hasta cierto punto».

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