El representante de SATSE, Jorge Tera, avisa del déficit de profesionales enfermeros «especialmente grave» en Balears por «las dificultades para que vengan a esta Comunidad». Según indica, el pasado verano en Mallorca quedaron 140 contratos sin sustituir, lo que implicó doblajes de jornada y una menor cobertura a los pacientes, ha argumentado. Satse también se muestra preocupado por el control de «la cantidad de dinero que se está destinando a la sanidad privada» y pide potenciar el papel de los enfermeros, así como fisioterapeutas, en la Atención Primaria y hospitales para «reducir listas de espera y complicaciones».

Otra reivindicación que han trasladado los sindicatos es el encuadre de los profesionales enfermeros al grupo A «sin subgrupos» en toda España, según expone Tera. Actualmente están en el A2.

Al margen de la mejora salarial que implicaría --unos 2.000 euros anuales--, tendría otras consecuencias en cuanto a posibilidades de desarrollo profesional, al permitirles acceder a puestos de alta dirección ahora reservados al A1, entre otros ejemplos.

Tera también ha defendido un sistema de jubilación voluntaria anticipada o bien itinerarios laborales específicos, así como la implantación de un enfermero escolar que contribuiría a evitar gastos que genera la cronicidad en materias como obesidad o adicciones.

Respecto al requisito de catalán en la sanidad pública en Baleares, los dos representantes sindicales han lamentado que se utilice la lengua como «arma política».

Desde Satse se han mostrado favorables a «cualquier medida que fomente el uso de la lengua catalana, siempre y cuando no signifique un veto al empleo fijo ni temporal».

El representante de SAE, Daniel Torres, considera que los conocimientos de catalán deberían ser «un mérito muy bien puntuado si lo que queremos es que los profesionales se fidelicen» y apunta que «se tiene que dar una gran puntuación a quien se ha esforzado y tiene el catalán en su baremo, pero no debería ser una obligación».