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Salud en Mallorca: Después de un suicidio es clave cuidar el entorno familiar y social

Las entidades 3 Salut Mental y Afasib impulsan el pionero programa comunitario ‘(des) integrades’ para trabajar la prevención

Después de un suicidio es clave cuidar el entorno familiar y social DDM

¿Y tú qué necesitas? Es una pregunta que si se empieza a formular permitiría saber las «necesidades auténticas» y provocar «un cambio paradigmático» cuando se trata el tema del suicidio. Precisamente esta pregunta es la que realiza el equipo de expertos que impulsa el programa (des) integrades, una iniciativa comunitaria pionera en el Estado español en prevención del suicidio que este enero han puesto en marcha las entidades 3 Salut Mental y Afasib (Familiars i Amics Supervivents per suïcidi de les Illes Balears).

Y es que después de un suicidio es esencial cuidar el entorno familiar y social de la persona fallecida porque «el sufrimiento que vive es muy intenso y no encuentra el apoyo comunitario». La finalidad del programa se explica precisamente a través del nombre (des)integradas. Y es que quiere poner de manifiesto la desintegración que siente una persona cuando vive un sufrimiento muy intenso y no encuentra el apoyo de la comunidad como por ejemplo el duelo por suicidio. El «des» va entre paréntesis porque precisamente el objetivo es borrarlo.

Después de un suicidio es clave cuidar el entorno familiar y social R.F.

La coordinadora de (des)integrades, Judith Arnau, explica que el programa se centra en la «posvención». Es decir, después de un suicidio atender a los «supervivientes» a nivel familiar, laboral y comunitario. La experta puntualiza que cuando se habla de «supervivientes» se hace referencia a las personas que pasan un duelo por una muerte por suicidio. Así, se atienden tanto a familiares como a compañeros de trabajo, amigos... El proyecto empezó este enero y en el primer mes ya han atendido 36 demandas y han realizado 33 intervenciones directas. 

Respuesta

Así, (des)integrades quiere dar respuesta desde al ámbito social y comunitario con un equipo interdisciplinar que cuenta con una psicóloga, una integradora y una trabajadora social. Además se organizan acciones de sensibilización para la población general y actividades dirigidas a grupos vulnerables de población y a los entornos familiares y sociales de personas con riesgo o que han perdido a algún allegado por suicidio a través de acompañamientos individuales, formaciones, talleres, charlas o grupos de ayuda mutua. No faltarán los baños de bosque. También se trabajará la prevención en las escuelas. No faltará la quinta edición de la marcha para la prevención del suicidio. Este programa tiene un presupuesto para 2023-2024 de 193.725 euros, de los que 109.345 proceden de la conselleria de Asuntos Sociales a cargo del 0,7% del IRPF. 

Después de un suicidio es clave cuidar el entorno familiar y social R.F.

Arnau reconoce que simplemente se trata de pedir a los «supervivientes» qué necesita. «Haremos lo que podamos para responder a sus necesidades», admite la experta que remarca la importancia de los grupos de ayuda mutua donde todos los integrantes son supervivientes. «En este duelo como superviviente hay una desintegración en tu vida y debes encontrar la manera para volver a integrarte en el mundo. Compartiendo tu testimonio con otros supervivientes te sientes identificado, te validan, es un espacio seguro donde uno puede compartir sus sensaciones», describe. 

Precisamente, Afasib nació en 2018 con el objetivo principal de acompañar a personas que están pasando por procesos de duelo por suicidio en Balears. Su presidenta Xisca Morell explica que la entidad nació en 2018 a raíz de la muerte de su hermano para crear espacios para escuchar a las personas que pasaban el duelo de haber perdido un familiar o un allegado por suicidio. «Los grupos de ayuda mutua fomentan la escucha y a raíz de aquí surgen las necesidades», afirma.

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