La ciencia es una carrera de fondo, y en el caso de las mujeres también de obstáculos. El primer bache: la invisibilización. Faltan modelos a seguir en los libros de texto y en los medios de comunicación. Hubo una época, hace muchos años, en la que no se mencionaba ni una sola matemática, bióloga o química, y no porque no existiesen. Hay miles de caras y ojos más allá de Marie Curie: se llaman Julia Lermontova, Alice Hamilton, Harriet Brooks o Ida Noddacks.

Sus nombres estaban plasmados ayer por la mañana en la exposición ‘L’art de la taula periòdica. Les dones i els seus elements’ en el edificio Mateu Orfila de la Universitat de les Illes Balears (UIB) para dar a conocer a las mujeres que descubrieron o caracterizaron algunos los elementos químicos. Es una de las iniciativas que acogió el campus para conmemorar el 11F, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra hoy en todo el mundo.

Combatir los estereotipos de género, potenciar los roles femeninos en las profesiones del ámbito de la ciencia y la tecnología o acercar la investigación a las niñas son algunos de los objetivos que perseguían la jornada que tuvo ayer en la universidad. El acto central se celebró a las 10:00 horas en la explanada frente al Mateu Orfila, donde se dieron cita en una concentración más de 60 mujeres vinculadas a la ciencia de distintos institutos de investigación del archipiélago, como el IMEDEA o el Centro Oceanográfico de Baleares.

El objetivo era recordar, entre otras cosas, que «sin mujeres no hay ciencia» y que su papel ha sido y es esencial en el ámbito de los sectores STEM (por sus siglas en inglés, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Estaban allí presentes reconocidas investigadoras de las islas, como la catedrática de Física Alícia Sintes o la galardonada bióloga Mar Leza.

«Hay una revolución tecnológica y las mujeres todavía no estamos representadas en ella», explicó en palabras a este diario Leza, conocida en gran parte por sus importantes avances en el estudio de las abejas. La bióloga recordó que «existe un techo de cristal» que obstaculiza a las mujeres llegar a los puestos más altos en el mundo académico, en parte originado por la falta de conciliación, lo que hace que, por ejemplo, el porcentaje de catedráticas en la UIB sea muy bajo.

Más tarde, bajo el título ‘Herramientas para una nueva perspectiva de género en la ciencia’, tres científicas e investigadoras participaron en una mesa redonda con el fin de proponer instrumentos para reducir la brecha de género en el ámbito académico: la doctora Maria del Mar Vanrell, del Departamento de Filología Catalana y Lingüística General; la doctora Maria de Lluc Bauzà, del Departamento de Enfermería y Fisioterapia, y Sandra Iñiguez, investigadora predoctoral en el grupo de Biología Celular en el IdISBa.

Más de 350 alumnos de la ESO y Bachillerato de las islas conocieron ayer a mujeres referentes en el mundo de la ciencia

Del encuentro salieron propuestas como omitir el género en los currículum académicos para evitar sesgos a la hora de evaluarlos o fomentar la difusión de la cultura científica con perspectiva de género en las escuelas. El rector de la UIB, Jaume Carot, presentó esta sesión con algunas reflexiones y datos: tan solo el 42% del personal docente e investigador son mujeres y la tasa de matriculación en los campos de ciencias e ingenierías sigue siendo mucho más baja en el caso de ellas. Aunque la Ley de Ciencia que aprobó el Parlament el año pasado incorpora la perspectiva de género de forma intrínseca, aseguró Carot.

Entre las actividades impulsadas por la plataforma 11F que tuvieron lugar ayer también se celebró la jornada ‘Jo també Puc Fer-ho’, en la que más de 350 alumnos de la ESO y Bachillerato de varios centros del archipiélago conocieron de primera mano a mujeres referentes en el mundo de la ciencia, con el objetivo de fomentar la vocación de las niñas y combatir contra los sesgos de género a la hora de elegir estudios.