Sacarse un carnet físico de donante de órganos para llevarlo en la cartera es algo imposible en esta comunidad autónoma desde el pasado mes de junio y ya habría unos ochenta solicitantes del mismo en lista de espera para obtenerlo. Una espera que ha estado motivada por la caducidad de la licencia para realizarlos y que impide a la maquina ubicada en la oficina que la coordinación de trasplantes de Son Espases imprimirlos, confirmó su titular, Miguel Agudo.
«El carnet de donante no es vinculante, el único documento legal que le sirve a una persona para donar sus órganos es el de voluntades anticipadas. No lo pedimos nunca aunque determinadas asociaciones de pacientes sí le dan mucha importancia», explica el coordinador autonómico de trasplantes que desde hace casi tres años compagina esta responsabilidad con la jefatura de Urgencias de Son Llàtzer.
«Tendremos acumuladas entre setenta y ochenta peticiones de carnets porque se nos ha caducado la licencia del programa informático para hacerlos. Hay que pedir su renovación pero se nos ha pasado totalmente», admite Agudo.
También confirma el coordinador que ni la página web (www.catib.org) ni el teléfono gratuito para solicitarlos están en estos momentos operativos. «Con la pandemia de covid-19 y mi coordinación de las Urgencias de Son Llàtzer no la hemos actualizado y lo tendríamos que hacer», continúa el responsable alegando para esta inoperatividad actual que si antes la coordinación de trasplantes dependía de la dirección general de Acreditación y Evaluación (de la conselleria de Salud), ahora lo hace del Servei de Salut.
«Pero llegó la covid-19, el teletrabajo... El año pasado (por 2022) se empezó a volver a la normalidad asistencial y este la recuperaremos», apunta Agudo comprometiéndose a activar la licencia de nuevo en este año. «No es una cuestión de dinero, pero los recursos en la Administración son limitados y se destinan a cosas que se consideran más urgentes», añade.
Sostiene Agudo que este carnet no tiene ningún peso legal, que un juez no autorizaría una donación con la única presentación de este documento. Un documento que puede uno descargarse en su versión digital en la web de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
«Es verdad que la gente mayor puede dudar del carnet digital, pero esta modalidad es la que se está imponiendo y supone además un ahorro», prosigue.
Matiza Agudo que no quiere decir que el documento físico no sirva para nada: «Es un documento bonito, generoso, que te trasmite tranquilidad. Yo mismo lo tengo», revela.
La presidenta en Balears de Asociación de la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), Irene San Gil, confirma que el carnet de donante de órganos es testimonial y que lo importante es hablar con tus familiares para que sepan que cuando fallezcas quieres donar tus órganos. «Es el familar el que asume la responsabilidad (de la donación). El carnet físico no es tan importante como que lo sepa tu gente», subraya.
No obstante, al conocer que la imposibilidad de hacer los carnets obedece a la caducidad de una licencia, no daba crédito. «Me parece una barbaridad porque se está impidiendo que personas mayores estén más tranquilas llevándolo en la cartera.
