El conseller de Educación, Martí March, respondió ayer a los sindicatos docentes que está pendiente de Hacienda y Presidencia para sacar adelante un nuevo acuerdo de mejoras sociolaborales: «Ni indiferente ni inmóvil, esta Conselleria está negociando con Hacienda y Presidencia el segundo Acuerdo Marco».

Reaccionó así a las quejas de los sindicatos docentes, que han anunciado movilizaciones y han acusado a la Conselleria de «parálisis negociadora» en la mejora de sus condiciones. March ha pedido a las fuerzas sindicales «prudencia» y que traten de «mantener un clima de confianza y respeto». Consideró que decir que se ha «maltratado a los docentes» es algo que «habría que matizar muchísimo». 

La respuesta de March llega un día después de que los sindicatos de la enseñanza pública registraran una batería de reivindicaciones y anunciaran una concentración el próximo día 22 al entender, en palabras de la Junta de Personal Docente no Universitario, que «Educación no ha puesto en marcha ninguna mejora sociolaboral en toda la legislatura». 

El conseller recordó ayer que en las dos últimas legislaturas el sistema educativo ha sumado 2.500 profesores más, un incremento «inédito»; que se han convocado oposiciones para estabilizar plantillas y que se han ido desplegando las medidas pactadas en 2015 en el primer Acuerdo Marco, del que solo ha quedado un punto sin cumplir: la reducción de horas lectivas en Secundaria, que ha bajado hasta las 19 horas y no hasta las 18 como se acordó, según reconoció ayer el conseller, que anunció que en el segundo Acuerdo Marco en el que están trabajando se contempla llegar hasta esa carga lectiva. 

Educación presentó a los sindicatos en noviembre el borrador de ese segundo Acuerdo Marco y el conseller niega que desde entonces la Conselleria no haya hecho nada. Asegura que se han mantenido reuniones bilaterales con los sindicatos y razona que se ha tenido que esperar a que pasaran las elecciones sindicales para volver a convocar la mesa sectorial. Además, Educación ha estado negociando, y sigue haciéndolo, con Hacienda y Presidencia.

Martí March recordó en sus declaraciones de ayer que su propuesta incluye un punto de gran impacto para las arcas públicas y de mucho interés para los profesionales de la enseñanza: la carrera profesional docente, que no ofrece ninguna comunidad autónoma. Balears sería pionera en cumplir con este punto que está previsto en la LOMLOE

El Acuerdo Marco, señaló March, requiere de un importante compromiso presupuestario, con lo que Educación «no puede decidirlo unilateralmente» y ha de negociarlo con Hacienda y Presidencia. «Queremos hacer un trabajo serio y riguroso para garantizar la continuidad del acuerdo en el tiempo», concluyó March, que también quiso recordar a los sindicatos que aunque una de las prioridades de la Conselleria es revalorizar la función docente y asegurar unas buenas condiciones de trabajo «el objetivo final y el centro de todo es el alumno».

Socios de Govern

En sus declaraciones de ayer el conseller solo hizo referencia a las acusaciones de los sindicatos y no se pronunció sobre las declaraciones hechas por los socios del PSIB en el Govern, MÉS y Podemos, que el martes reaccionaron rápidamente a las quejas de los docentes, hicieron suyas sus reivindicaciones y azuzaron a March para que convocara una reunión de urgencia y retomara las negociaciones. Desde Podemos incluso se exigió una reunión de seguimiento del pacto. 

Entre las reclamaciones que hicieron los sindicatos el lunes destacan negociar «las instrucciones de evaluación de la LOMLOE» y flexibilizar su despliegue; implantar la carrera profesional docente; reducir el horario lectivo; mejorar el fondo social del colectivo; actualizar y comprometerse a revisar cada año el complemento de insularidad «por la carestía de la vida en Balears»; revertir recortes pendientes y abonar «sin demora» todas las subidas salariales que siguen pendientes. Asimismo, exigen un plan para reducir ratios y uno de infraestructuras, así como mayor inversión.  

El borrador del segundo Acuerdo Marco que Educación planteó en noviembre incluía, además de la carrera profesional, algunas de estas reclamaciones, como la reducción de las ratios (empezando por los centros con más alumnado vulnerable) o aplicar en el plazo de dos cursos las 18 horas lectivas en Secundaria.