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El fiscal pide seis años de cárcel a un acusado de traer en patera a 30 personas

El joven niega en el juicio ser el patrón de la embarcación, rescatada en agosto en Cabrera, y asegura que pagó 1.700 euros por el trayecto

El acusado, ayer en la Audiencia Provincial de Palma. B. RAMON

La Fiscalía reclama una condena de seis años de prisión para un joven argelino acusado de traer a Mallorca a 30 personas, diez de ellas menores de edad, a bordo de una patera. La embarcación quedó a la deriva en Cabrera en agosto pasado y los migrantes tuvieron que ser rescatados. El procesado, imputado por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, negó los cargos en el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial. «Venía como pasajero. Pagué 1.700 euros por el trayecto», afirmó en su declaración.

El sospechoso, que está en prisión preventiva, trató de rebatir una de las pruebas principales de la acusación: un vídeo grabado a bordo en el que se le ve manejar la patera. «A cada uno le tocaba conducir un poco. Yo fui el sexto en el turno, me tocó de noche. No tenía experiencia ni ningún certificado náutico. Me obligaron», afirmó.

Respecto a las declaraciones de un testigo que aseguró que era el acusado quien distribuía a los pasajeros y ordenaba cuándo había que repostar, dijo haberlo hecho «para que nadie se hiciera daño». «Me sentía responsable porque eran familias», replicó. El joven negó ser miembro de una organización dedicada a transportar personas desde Argelia a las costas españolas.

Asistido por una intérprete, el encausado contó que la embarcación, de 9,8 metros de eslora y tres de manga, zarpó el 2 de agosto de 2022 desde Cap Djinet, en Argelia. Entre el pasaje iban 16 hombres, cinco mujeres y diez menores, algunos de ellos de corta edad.

La Fiscalía sostiene que iba sin matrícula ni distintivos que permitieran localizar a su propietario y, desde que zarpó de Argelia, la dirigió el acusado. A las 15 horas de navegación, se agotó el combustible y la patera quedó a la deriva. Los intentos de los migrantes de pedir socorro por teléfono fueron infructuosos hasta que, sobre las siete de la mañana del día siguiente, uno de ellos logró dar el aviso.

Una embarcación de la Guardia Civil localizó la barca cerca de la isla de Cabrera y rescató a los 31 migrantes.

La patera no cumplía ningún estándar de seguridad marítima internacional, sobrepasaba su límite de capacidad de pasaje, carecía de chalecos salvavidas para todos los pasajeros, y en especial para los niños, y tampoco llevaba radar, compás, sistema de radio ni de identificación y comunicación marítima por satélite GPS o AIS, expone la Fiscalía en su escrito de acusación.

Peligro de naufragio

En el momento del rescate, no quedaban reservas de agua y la embarcación no portaba suficiente combustible para alcanzar las costas españolas, lo que «determinó un riesgo grave para la vida e integridad de los pasajeros y podría haber derivado en la desaparición de la embarcación en alta mar con todo el pasaje, añade el ministerio público.

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