Entre 100 y 120 personas, afectadas por el macroproceso judicial del llamado Caso Cursach que ha sido archivado en casi todas sus piezas, se han concentrado esta mañana ante el ayuntamiento de Palma para pedir la dimisión del alcalde, José Hila, la edil Angélica Pastor y la revisión de la condena del Policía Local Rafel Puigrós, el último funcionario que queda encausado en el proceso de la época del juez Penalva y el fiscal Subirán, apartados de la causa. Entre los manifestantes, que portaban pancartas referidas al proceso que tuvo como principal foco la presunta corrupción en el negocio de la noche, estaban el propio empresario Bartolomé Cursach, su familia y el portavoz de Vox en el ayuntamiento de Palma, el general Fulgencio Coll.

A la protesta también se han sumado agentes del cuerpo policial de Palma, compañeros de Puigrós, así como familiares del agente. Una gran pancarta ha presidido la concentración donde se podía leer: "Presunta corrupción política y judicial". Junto a esta frase se podía ver la foto del alcalde Hila, la edil Angélica Pastor, el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Angel Subirán. En otras pancartas afirmaban: "100 mentiras no hacen una verdad" o "con mentiras familias destrozadas". Todo ello para denunciar la connivencia entre el ayuntamiento de Palma y la Justicia para impulsar el macrojuicio que ha acabado con la Fiscalía retirando prácticamente todas las acusaciones.

Bartolomé Cursach, entre los participantes en la concentración G. Bosch

Los manifestantes también pidieron la dimisión de la exedil de Podemos Sonia Vivas. Una Vivas que dimitió durante el pasado verano, pero que desde el entorno de los damnificados por el Caso Cursach consideran que su intervención les perjudicó. En la concentración había muchos trabajadores de las empresas y locales de ocio de Cursach, que se consideran perjudicados al perder sus puestos de trabajo a raíz del proceso judicial por el cierre de las discotecas, locales y gimnasios del Grupo Cursach.