La jornada inaugural de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) dejó ayer claro que el Govern de izquierdas y los hoteleros van de la mano en el diseño de las políticas turísticas para transformar el sector, con un refrendo de la ley turística que se anunció aquí hace un año, y el preacuerdo para subir salarios a los trabajadores. Baleares lidera el crecimiento económico en España y la ocupación laboral y tras una temporada «excelente» se escenifica que en medio del clima preelectoral no hay disensiones. En 2023 llegará, en clave nacional, el reclamado plan de inversión para modernizar los destinos pioneros de sol y playa.
Con la líder de la oposición, la popular Marga Prohens, en el espacio de Baleares en el recinto ferial de Ifema, en Madrid, la presidenta del Govern, Francina Armengol, parapetada por Reyes Maroto, la, todavía, ministra de Industria, Comercio y Turismo, dio cuenta de los logros de la temporada pasada, con un crecimiento del PIB del 13%, frente al 5,5% en España, y la subida salarial del 8,5% en dos años en el sector. «Va a volver a haber acuerdo con los trabajadores de hostelería» y las islas tienen 265 millones asignados de fondos europeos, declaró la presidenta. A su lado, la candidata socialista a la alcaldía de Madrid, que ejerce como tal — por mucho que Armengol dejara caer que «no estamos en campaña» —, se explayó en que el Ejecutivo Sánchez «por primera vez» ha desplegado inversiones «récord» con los fondos europeos en el archipiélago, para afianzar su liderazgo y su transformación en materia de sostenibilidad, digitalización y diversificación de los destinos. «Es buena política turística y Baleares representa un ejemplo a seguir». Según Maroto, «ya con esa desestacionalización se va a descongestionar» la temporada alta. Ahora vendrá «un reconocimiento» a los destinos de sol y playa, con los fondos UE para la «reconversión», que en 2023 llegarán «más rápido». Finalizará el año con 3.400 millones repartidos.
El colofón a la mañana en la feria fue contar con Sabina Fluxá, vicepresidenta y CEO de Iberostar —quien antes había recibido a los Reyes en el estand de World2Meet, la división de viajes del grupo, y destacó «el arraigo» y «respeto» a las islas de su empresa familiar — y Gabriel Escarrer, además de Gabriel Llobera, vicepresidente ejecutivo de Garden, cadena pionera en materias de sostenibilidad. Participaron en una mesa redonda sobre la «transición hacia el turismo del futuro». El CEO de Meliá subrayó el «espectacular trabajo del Govern» con la nueva normativa turística. «Vamos a contagiar a otros destinos», remachó el líder del lobby Exceltur, que aglutina a una treintena de grandes compañías, y ha venido reclamando inversiones en los destinos maduros.
"Agricultores y pescadores participan en la feria y piden formar parte del reparto del "pastel"
Ni el ruido que llegaba desde Palma, con Més, el socio de los socialistas, anunciando que quieren eliminar todas las plazas de la bolsa de alojamientos turísticos y la promoción en las grandes ferias, logró extender nubarrones en Fitur, en contra de lo que sí ocurrió en noviembre en Londres. Hasta Antonio Garamendi, el líder de la CEOE, se pasó por el estand balear y departió con Armengol.
En Fitur el objetivo es consolidar el mercado nacional y seguir apostando por «la transición al modelo turístico del futuro». El conseller Iago Negueruela incidió en que «todos», el sector y el Govern, siguen una «hoja de ruta» y en los próximos meses destinarán 60 millones de fondos europeos para ayudar al sector a adaptarse a la ley turística.
En otra mesa previa con representantes de Asaja (Joan Simonet), la Federación de Cofradías de Pescadores (Domingo Bonnín) y de la Asociación de Cooperativas Agroalimentarias (Jerònima Bonafé) se reclamó que este sector quiere participar «en el pastel turístico, quiere olerlo».
