La derogación del delito de sedición llevó ayer a la Audiencia a dejar en libertad a los 22 migrantes encarcelados desde hace más de un año por el caso del avión patera de Son Sant Joan. La Fiscalía ha renunciado a mantener esa imputación y ya solo les acusa de coacciones, por lo que había reclamado la excarcelación de todos ellos. Los migrantes fueron arrestados por la Policía Nacional en cuanto salieron del centro penitenciario al encontrarse en España de forma irregular. Por la tarde fueron trasladados al juzgado de guardia, donde el magistrado su ingreso en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). Se ha reactivado así la orden de expulsión contra ellos y los acusados podrían ser devueltos a su país sin ser juzgados, decisión que deberá acordar la Audiencia.

El reciente auto del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena en la causa contra el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont ha sido decisivo para que la Fiscalía moviera ficha. Siguiendo el criterio de Llarena, el ministerio público entiende que los hechos de Son Sant Joan tampoco tienen encaje en el delito de desórdenes públicos agravados creado para sustituir al de sedición, por el que reclamaba sendas condenas de cinco años de cárcel para los migrantes. Así, solo queda en pie contra ellos la imputación de coacciones, planteada por la Fiscalía como alternativa en su escrito de conclusiones provisionales con peticiones de tres años de prisión. 

Así fue la fuga de los migrantes en el aeropuerto de Palma

Así fue la fuga de los migrantes en el aeropuerto de Palma

La acusación pública solicitó a la Audiencia Provincial la puesta en libertad de los 22 acusados y el tribunal accedió ayer a esta petición porque «no concurren ya las circunstancias que motivaron que en su día se decretara su ingreso en prisión». Todos han permanecido entre rejas desde noviembre de 2021, salvo uno que fue arrestado el pasado mes de julio en Cataluña. Como medidas cautelares, la Audiencia les retira el pasaporte y les prohíbe salir de Mallorca -de España en el caso del detenido en la península-, además de imponerles comparecencias semanales ante el tribunal.

Los 21 migrantes presos en Palma quedaron en libertad ayer mismo, pero a las puertas del centro penitenciario les esperaban ocho furgones de la Policía Nacional. Los agentes los detuvieron enseguida por infringir la Ley de Extranjería, pues carecen de permisos para residir en España y tienen órdenes de expulsión. Fueron trasladados a comisaría y ya por la tarde puestos a disposición del juzgado de instrucción número 9 de Palma, en funciones de guardia. Como solicitó la Fiscalía, el magistrado acordó el ingreso de todos los migrantes en el CIE de Barcelona. Al reactivarse así las órdenes de expulsión, los acusados podrían ser devueltos a sus países de origen sin ser juzgados, pero deberá ser la Audiencia quien lo autorice.

El avión en el que viajaban los migrantes el 5 noviembre de 2021 volaba entre Marruecos y Turquía. En pleno vuelo, uno de los pasajeros dijo sufrir una grave dolencia y el aparato aterrizó de emergencia en Palma. Los migrantes salieron del aparato y empezaron a correr por las pistas hasta salir del aeropuerto para entrar en España de forma ilegal.