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Más de 20.000 personas han sufrido una agresión sexual y no lo denunciaron

Expertos analizan en Son Espases los protocolos de actuación y profundizan sobre los métodos de atención de las víctimas sexuales

Momento de la intervención en las jornadas del doctor Ferrés. | J.F.M.

Expertos en la atención y seguimiento de las víctimas de agresión sexual se reunieron ayer en el hospital de Son Espases, en unas jornadas donde se analizaron los protocolos de actuación ante cada caso, diferenciando entre adultos y menores, y profundizaron para mejorar la atención que necesitan estas personas. Todos coincidieron en que es necesario una formación especializada de los profesionales para detectar mejor los casos de agresión sexual y actuar en consecuencia.

Dos de los facultativos que intervinieron en estas jornadas fueron los responsables del área de pediatría de los hospitales de Son Espases y Son Llàtzer, los doctores Francesc Ferrés y Carme Vidal.

El pediatra Ferrés, citando datos de la Organización Mundial de la Salut, recordó que estadísticamente una de cada cinco mujeres y uno de cada trece hombres han sufrido algún episodio de abuso sexual en su infancia y no lo han denunciado. Por tanto, aplicando esta estadística a la población actual de Balears, más de 20.000 ciudadanos, tanto hombres como mujeres, han sido víctimas ocultas de la agresión sexual. Un dato que consideró que era alarmante.

En el caso de los menores el médico incidió en la importancia de la difícil tarea de detectar un caso de agresión. Una labor que debe ir siempre acompañada por un diagnóstico y por valoración sobre la vulnerabilidad del menor.

Los médicos cuentan con protocolos para detectar cuando una menor ha sido víctima de agresión, pero que se niega a relatarlo. Por ejemplo, se debe valorar si la víctima ha sufrido algún intento de suicidio, ha protagonizado fugas, sufre un fracaso escolar o muestra un comportamiento agresivo o una conducta desafiante. Cualquiera de estos factores son indicativos de que se puede estar ante un caso de agresión sexual.

Por su parte, la pediatra Carmen Vidal apostó por una formación constante del personal que trata a las víctimas y la necesidad de crear espacios amigables para que los menores se sientan más a gusto cuando relatan los hechos que han sufrido.

Con el objetivo de mejorar los protocolos de actuación, la doctora se quejó de que en ocasiones detectan muchos fallos de coordinación entre servicios, por lo que abogó por continuar con un trabajo de actuación multidisciplinar para dispensar una mejor atención a las víctimas.

Una de las quejas que refirieron los participantes en estas jornadas es la falta de medios, tanto humanos como materiales, pero sobre todo el retraso que deben aguantar las víctimas menores para recibir asistencia psicológica, que en ocasiones se prolonga durante casi cuatro meses.

Los expertos médicos también coincidieron en que es necesario evitar a la víctima tener que relatar varias veces los hechos que ha sufrido, ya que un único relato debería ser suficiente y se debería convertir en una prueba preconstituida. El jefe de la unidad policial UFAM dijo que a veces es necesario hablar varias veces con la víctima, ya que lo que se pretende es detener al agresor.

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