La Audiencia Nacional ha anulado la reciente sentencia por la que se absolvía a cinco presos islamistas radicales, acusados de formar un núcleo terrorista dentro de las cárceles y fomentar el apoyo a la yihad. El tribunal que adoptó esta decisión deberá dictar una nueva sentencia. Entre los acusados que fueron absueltos se encuentra Karin Abdeselam Mohamed, alias «Marquitos», yihadista confeso, al que se considera el recluso muy peligroso que se encuentra preso en la cárcel de Palma. Este individuo lleva en prisión casi diez años. Se le detuvo en Ceuta bajo la acusación de reclutar a jóvenes que estuvieran dispuestos a alistas en la organización terrorista en Siria. Cumple doce años de condena.
Este individuo fue juzgado de nuevo bajo la acusación de mantener una comunicación por carta con otros presos yihadistas, que cumplían condena en otras cárcel españolas. En estas cartas, según interpretó la fiscalía, se fomentaba el apoyo a la yihad a través de atentados terroristas.
El extremista ha tenido varios enfrentamientos con otros compañeros, hechos ocurridos en otras cárceles. No le gustaba la conducta del otros presos, que en la cárcel no seguían las normas que establecía el islam, como por ejemplo mirar la televisión, usar pantalones cortos, fumar o escuchar música.
La fiscalía responsabilizó a «Marquitos» de crear el denominado «programa de patio». Consistía en establecer una serie de actividades en las cárceles que incluyera el rezo musulmán, la actividad física y, sobre todo, aprender y memorizar el Corán. En estas misivas escritas se transcribían frases a favor de la lucha armada y el apoyo a la organización terrorista. Con sus cartas insistía ante los compañeros yihadistas que no debían olvidarse de su condición de luchadores y que debían continuar apoyando las actividades terroristas cuando abandonaran la prisión. Este preso está sometido en Palma a un régimen de especial vigilancia. En una ocasión, tras regresar a su celda tras una hora de salida al patio, aparecieron en una pared del centro penitenciario unas pintadas a favor de la lucha terrorista. Aunque nadie vio quien realizaba dicha pintada, las autoridades se la atribuyeron a este recluso. En otra ocasión, con motivo de un atentado yihadista cometido en mayo de 2017 en Manchester, el recluso radical celebró en su celda de la prisión de Mallorca el asesinato de 22 personas inocentes. Este atentado fue reivindicado por Al Qaeda.
El tribunal que le juzgó por segunda vez no consideró que los hechos que cometió desde la cárcel fueran delictivos.
