Tras comprar regalos para los demás, llegó el día de elegir para nosotros mismos. Y encima con descuentos. Y además es sábado. Y el tiempo está desapacible, por lo que apetece más mirar ropa de invierno que pasar frío con actividades al aire libre. Las rebajas tradicionales, las que dan el sus de salida después de Reyes y no después de Año Nuevo, se iniciaron al ralentí a primera hora de la mañana y se animaron a partir del mediodía. Durante la tarde ha continuado el ambiente de compras acompañado por una iluminación navideña que da la impresión de que las fiestas se han prolongado.

«Ahora solo falta que haga un poco más de frío para vaciar las estanterías de prendas de abrigo, porque los únicos que se llevan chaquetones por el momento son los extranjeros de vacaciones, que aprovechan las ofertas antes de volver a sus países», en palabras del presidente de la asociación de comerciantes de la calle Jaume II, Pedro Mesquida. «Si sigue esta temperatura, una buena parte del género se va a quedar sin salir», lamentó. Pese a la incertidumbre respecto a la venta de la ropa más invernal, el empresario del sector afronta la campaña de rebajas con optimismo. «El año pasado todos empezamos el día 2 y creo que va a ser positivo haber vuelto a lo de siempre, el día 7», valoró sobre los cambios de fechas.

Este sábado han comenzado las ofertas todas las grandes superficies y aquellos pequeños comercios que no lo hicieron justo después de Año Nuevo. Hubo división, ya que unos quisieron adelantarse «por necesidad» debido a que el mes pasado fue «flojo» en cuanto a rentabilidad, pero la mayoría prefirió esperar. «La ropa ocupa un sitio cada vez más pequeño bajo el árbol de Navidad, bien sea para Papá Noel o Reyes, porque los jóvenes demandan sobre todo productos tecnológicos, y ahora es cuando quieren aprovechar las ofertas», según Mesquida.

Desde el primer día de rebajas, muchos carteles ya publicitan un 50% de descuento, la máxima cifra que recomiendan ofrecer las patronales del pequeño comercio. La horquilla porcentual en este tipo de establecimientos va del 20% al 50%. «Anunciar un 70% no es realista, con la inflación es imposible y, si solo son algunas prendas determinadas, hay que especificarlo claramente para no engañar al comprador», como afirmó el presidente de Afedeco, Antoni Gayà. Recordó que «los comerciantes estamos pagando ahora los préstamos que hubo que pedir por la covid, por lo que los márgenes de beneficio son muy moderados y es ilógico ver reclamos del 70%». Sobre el día sabatino de rebajas, se alegró de que «se ve gente paseando, hay movimiento y vidilla, y cuantas más personas decidan dar una vuelta, más probabilidad habrá de vender», argumentó.

Lo mismo ocurría en el interior de una superficie comercial como El Corte Inglés, «sobre todo en los departamentos de confección, es decir, moda joven, infantil, mujer y hombre, donde principalmente buscan marcas», tal como indicó el portavoz, Antonio Sánchez, que espera la mayor afluencia por la tarde, ya que «mucha gente de la Part Forana viene a Palma».

La OCU recomienda hacer una lista de lo necesario y ver si el artículo ya se vendía

Antes de ir de rebajas, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) recomienda pensar qué se necesita y hacer una lista para evitar las compras compulsivas. En segundo lugar, hay que fijarse en que lo que se va a comprar tiene el precio original junto al precio rebajado o bien indicar de forma clara el porcentaje de la rebaja.

Ese producto debe haber formado parte de la oferta habitual de la tienda durante al menos un mes, y si tuvo varios precios, el menor será el de referencia. Su calidad además no debe variar. En rebajas los productos no pueden ser defectuosos o deteriorados, porque no son lo mismo que saldos, promociones o liquidaciones. Tampoco deben ser productos fabricados expresamente para este tipo de ventas. El establecimiento es libre de aplicar cambios sobre el pago, la devolución del producto y el plazo, informando de ello.