Este año que ahora comienza pretende erigirse como el ejercicio en el que la Atención Primaria, hasta ahora la hermana pobre de la sanidad pública, comience una nueva etapa en la que gane en resolutividad y eficacia.
El Servei de Salut ha revelado que a lo largo de los próximos meses los 46 centros de salud y las 86 unidades básicas de salud de la Gerencia de Atención Primaria (GAP) de Mallorca serán dotados con aparatos por valor de casi 3,2 millones de euros (3.191.132 €).
Las adquisiciones, para las que ya están en marcha los correspondientes concursos públicos, se han llevado a cabo a través de dos vías: inversiones realizadas a cargo de la propia Gerencia de Primaria y partidas procedentes de los fondos europeos gestionados desde Madrid.
Ambos montantes son de cuantía similar y mientras los fondos propios ascienden a 1,57 millones de euros, los procedentes de Europa dentro de un plan para potenciar en todo el continente este nivel asistencial primario, antesala de la atención hospitalaria, suman un total de 1,61 millones de euros.
Con la partida propia se adquirirán básculas, lámparas y bisturís eléctricos así como un elevado número de máquinas para mejorar la hasta ahora limitada capacidad diagnóstica de los centros de salud. Una limitación que obliga a que los médicos de cabecera deban derivar a sus pacientes a los hospitales de referencia para someterse a diferentes pruebas.
Desde IB-Salut han detallado que está previsto adquirir 318 tensiómetros, digitales y portátiles, para tomar la tensión de los pacientes; 258 pulsioxímetros (125 de ellos con dinero comunitario) para monitorizar el nivel de concentración de oxígeno en sangre y que resulta un instrumento fundamental para un mejor control de los pacientes con patologías respiratorias irreversibles como pueden ser los afectos por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) así como 34 espirómetros (30 de ellos portátiles financiados por la UE) para analizar la capacidad de los pulmones en pacientes con asma, bronquitis o enfisemas; 16 carritos para controlar las constantes vitales de los enfermos similares a los existentes en los servicios de Urgencias hospitalarios y 197 otoscopios y 72 oftalmoscopios, aparataje para revisiones del canal auditivo y del tímpano y del interior del globo ocular, respectivamente.
También se adquirirán 95 dermatoscopios entre ambas Administraciones para poder detectar mediante fotografías de alta resolución lesiones cutáneas preocupantes como los melanomas y 32 electrocardiógrafos, 28 de ellos portátiles pagados por Europa, y 27 desfibriladores y 24 maletines de reanimación cardiopulmonar (RCP) para prevenir daños y anomalías en el corazón.
Otros aparatos que se comprarán con fondos procedentes de Bruselas de forma exclusiva son 30 sondas para ecógrafos (dispositivos que producen las imágenes por ultrasonido); 20 refractómetros portátiles para realizar pruebas de agudeza visual y detecciones precoces de ojos perezosos entre la población infantil; 180 eco dopplers para evaluar el flujo sanguíneo de las venas y prevenir la acumulación de placas, obstrucciones y estenosis; 93 holter mapa, aparatos para diagnosticar la hipertensión midiendo de forma sostenida la presión arterial a lo largo de un día completo y, ya por último, 200 coagulómetros para monitorizar los niveles de coagulación sanguínea, 46 aparatos para medir la bilirrubina transcutánea en los recién nacidos y los 46 medidores de la proteína C reactiva para que los médicos sepan qué infecciones respiratorias son producidas por bacterias y cuáles por virus para evitar una prescripción errónea de antibióticos que reduzca la resistencia a estos fármacos.
