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La emancipación de los jóvenes baleares cae al 17,5% en 2022 cuando en 2009 alcanzaba el 37%

El elevado coste para acceder a una vivienda en las islas sumado a unos salarios que se encuentran por debajo de la media española bloquean el abandono del hogar familiar

La emancipación de los jóvenes ha registrado un drástico recorte en Balears durante los últimos años. B.RAMON

Durante la primavera de 2009, el 37% de los jóvenes de Balears con edades comprendidas entre los 16 y los 29 años se había emancipado, una tasa que colocaba a las islas como la autonomía con mayor porcentaje de personas de este colectivo que había abandonado el hogar familiar. A mediados del pasado año, esa tasa se había desplomado ya hasta el 17,5%. El archipiélago ha dejado se ser la zona con mayor nivel de jóvenes independizados para retroceder hasta el cuarto lugar, viéndose superada por Cataluña (19,4%), Extremadura (19%) y Murcia (18,5%). Como una de las principales causas de este retroceso, el Consejo de la Juventud de España, en su último informe correspondiente al primer semestre del pasado ejercicio, destaca que «los precios de venta y alquiler de las islas crecieron muy por encima de la media estatal, dificultando todavía más las posibilidades de una persona joven de abandonar el hogar familiar».

El impacto que este factor resulta evidente. Tomando como referencia los datos de los segundos trimestres de cada año, entre 2006 y 2016, y pese a la tendencia a la baja, Balears ocupó el liderazgo dentro de España en las tasas de emancipación de su población joven, con la única excepción de 2011, en el que se vio superada por La Rioja.

Pero a partir de 2017, ya con el debate abierto sobre el impacto del alquiler vacacional y la escalada de los precios, las cosas comenzaron a cambiar. Durante ese ejercicio y el siguiente, las islas pasaron a un segundo puesto (habían descendido a un 22,5% y al 22,1% respectivamente), viéndose superadas por Cataluña.

A medida que el precio de los alquileres siguió subiendo, el archipiélago mantuvo ese retroceso, y en 2019 la tasa de emancipación balear se había situado ya en el 21,1%, ahora ya con Cataluña, La Rioja y Navarra por delante. En 2020, con el inicio de la pandemia, el archipiélago retrocedió hasta el sexto puesto (su tasa fue del 17,8%) para quedarse en el quinto en 2021 (con un porcentaje de emancipación del 16,2%).

La emancipación de los jóvenes baleares cae al 17,5% en 2022 cuando en 2009 alcanzaba el 37% DM

Durante el segundo trimestre del pasado año, esa tasa había registrado un repunte respecto a las mismas fechas del ejercicio anterior, hasta situarse en el 17,5%, pero todavía claramente por debajo de los niveles prepandemia. El último informe sobre emancipación del Consejo de la Juventud de España recuerda que «el riesgo de pobreza y exclusión social entre la población joven de Balears se disparó en 2021» debido al impacto de la covid, y que una vez suprimidas las restricciones a la movilidad el empleo se incrementó entre esta población «de forma notable» durante 2022 gracias a la dependencia que el archipiélago tiene del turismo.

Del mismo modo, se pone de relieve la enorme diferencia existente entre los jóvenes de Balears, y del conjunto de España, respecto a los del resto de Europa. En concreto, se señala que la tasa de emancipación media española se ha situado en un 15,9% (la balear es superior, de un 17,5%), mientras que la europea prácticamente duplica a ambas hasta alcanzar un 32,1%.

Un dato a destacar: las mujeres isleñas se emancipan mucho más que los hombres. Mientras que la tasa de ellos se mueve en torno a un 15%, la de ellas supera el 20%.

Acceso a la vivienda

La dificultad para alcanzar esa emancipación, según se subraya, se sustenta en buena medida en el mercado del alquiler, «que continuó encareciéndose durante la primera mitad de 2022».

Los problemas para acceder a una vivienda de los jóvenes de las islas se refleja en el esfuerzo económico que éstos deben de realizar en el archipiélago para conseguirlo. Según el citado informe, durante el primer semestre del pasado año una persona de 16 a 29 años residente en las islas se veía obligada a destinar el 90% de su salario íntegro si optaba por la compra, cuando el porcentaje máximo recomendado es de un 30%. Ninguna otra autonomía presenta semejante desproporción. La media de España se sitúa por debajo del 60%.

El joven balear no solo se enfrenta a un acceso a la vivienda más caro, sino que además sus retribuciones son inferiores. El salario neto de un residente en las islas de 16 a 29 años se sitúa en torno a los 12.000 euros anuales, lo que lo coloca en el octavo lugar dentro del conjunto de las comunidades autónomas y por debajo de la media estatal.

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