Que la economía de Balears se recupera en números es un hecho, pero su crecimiento vuelve a concentrarse en los mismos sectores de siempre: la actividad inmobiliaria y la hostelería, ambos estrechamente vinculados al turismo y al trabajo de baja o media cualificación. La prueba está en que el archipiélago ya tiene a día de hoy más inmobiliarias y bares que antes de la pandemia.
Así se desprende de los últimos datos del Directorio Central de Empresas (Dirce) que elabora el INE, publicados a finales de diciembre. Según el estudio, que deja en evidencia la escasa diversificación económica de las islas -asignatura suspendida por todos los gobiernos autonómicos que han pasado por el Consolat- a principios de 2022, en las islas operaban de forma activa 7.732 empresas inmobiliarias (incluyendo autónomos). En enero de 2020, antes de la irrupción de la covid en España, el número ya era elevado: 7.335. Es decir, pese a una durísima pandemia, el sector de compraventa y alquiler de inmuebles no para de crecer, situándose en récord histórico de empresas y continuando en línea ascendente como puede observarse en el gráfico que acompaña a esta información. Si se tienen en cuenta únicamente a las empresas con asalariados (y no se contabilizan los autónomos), el Ibestat ofrece los números de las dadas de alta en la Seguridad Social. En el primer trimestre de 2020, había 1.312 inmobiliarias en las islas. En el mismo periodo de 2022, 1.433. Y en el tercer trimestre del año pasado, 1.495; es decir, 183 más justo antes de que estallara la pandemia.
Si se repasa el histórico de empresas (incluyendo autónomos) dedicadas a las actividades inmobiliarias, cabe señalar que en el año 2012, es decir, hace trece años, operaban en las islas un total de 4.297, esto es, algo más de la mitad de inmobiliarias que están activas en estos momentos. La mayor subida se experimentó en los años 2017, 2018 y 2019, cuando las calles de las islas empezaron a cambiar morfológicamente y las agencias con productos inmuebles ocuparon masivamente los locales y sustituyeron a muchas tiendas de proximidad.
En cuanto a las empresas dedicadas a dar servicio de bebida y comida, es decir, bares y restaurantes, la situación es similar a la de las inmobiliarias porque su número se ha incrementado respecto al periodo anterior a la pandemia. A principios de 2022 (los últimos datos publicados en diciembre por el INE), había en las islas 8.389 bares y restaurantes. En el mismo periodo dos años antes, justo antes de estallar la pandemia, la cifra alcanzaba los 8.354; es decir, 35 menos.
A diferencia de las inmobiliarias, que aguantaron en general bien durante la covid más dura, muchos negocios hosteleros se los llevó por delante la covid y ya no volvieron a abrir. Así, a principios de 2021 constaban 8.125: es decir, 229 bares y restaurantes desaparecieron.
Las empresas de servicios de alojamiento, es decir, de hoteles, también han aumentado y ya han superado a las que había antes de la pandemia. A principios de 2022, operaban en la comunidad 2.387 empresas de estas características, frente a las 2.325 de enero de 2020. Hay que tener en cuenta que estas últimas cifras del INE no recogen todavía los números y pingües beneficios del verano histórico de 2022, por lo que a día de hoy seguramente se hayan superado. Otro factor que pone de relieve que las cifras de este tipo de empresas es superior son los máximos históricos de empleo en las islas el año pasado.
Todos estos datos que radiografían las empresas de las islas (a fecha de 1 de enero de 2022 había activas 101.236) coinciden con un estudio reciente que realizó la Universidad de Harvard sobre la ciudad de Palma del que se hizo eco este periódico. El análisis de la institución norteamericana señala que dos de cada cinco asalariados en Ciutat ya trabajan en el sector inmobiliario, la construcción o la hostelería. En relación a las industrias más intensivas de la ciudad, resaltan las de ocio y hostelería, así como las actividades financieras, donde sobresale la compraventa de inmuebles.
Sólo los servicios inmobiliarios, los hoteles, bares y restaurantes ocupan ya al 32,98% de los trabajadores palmesanos. En números absolutos, puede decirse que en Palma hay 31.000 camareros y cocineros. Un total de 19.600 personas trabajan en hoteles y un total de 42.300 en inmobiliarias.
