La Guardia Civil interceptó en el día de ayer dos nuevas pateras, que llevaban a bordo a un total de 41 personas, que pretendían entrar en España de manera irregular.

Con este grupo de migrantes este año el número total de personas que ha intentado entrar en el país viajando en estas embarcaciones suma la cifra de 2.347, lo que representa un aumento con respecto a los años anteriores.

A primera hora de la mañana de ayer se localizó una embarcación que navegaba por aguas de Cala Galiota. A bordo iban 18 personas, en aparente buen estado. Fueron trasladados a la costa para recibir atención médica.

Pocas horas después se detectó la segunda embarcación que trasladaba a migrantes hasta la costa. La patera fue localizada cerca de ses Salines, en el sur de Mallorca. En concreto, la embarcación estaba muy próxima a la playa des Carbó. A bordo iban 20 jóvenes, que se encontraban agotados después de haber superado la larga travesía en esta pequeña embarcación.

Estas dos últimas pateras se suman a la embarcación que fue interceptada el domingo por la tarde en aguas de Cabrera. A bordo viajaban 12 personas, que fueron llevadas hasta la Colònia de Sant Jordi, donde recibieron asistencia médica.

La localización de tantas pateras confirma que el canal de Baleares se ha convertido en una de las zonas preferidas por las mafias que se encargan de trasladar a estos migrantes que huyen de su país en busca de un futuro más esperanzador. Las buenas temperaturas de estos últimos días han facilitado la navegación de estas pequeñas embarcaciones, que salen desde Argelia con destino a algún país de Europa.

Todos los migrantes, después de pasar unas horas por las dependencias policiales, quedan en libertad, entre otras cosas, porque Argelia no acepta su devolución, a pesar de que la mayoría de estas personas rescatadas salieron de este país.