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La inflación y el fin del verano disparan la demanda de ayuda social

Las peticiones de auxilio que reciben organizaciones como Cruz Roja y Cáritas se elevan especialmente desde el colectivo de los migrantes

La campaña de entrega de juguetes es una de las más importantes d ela Navidad Cruz Roja

La fuerte subida de los precios de los últimos meses está provocando un notable incremento en la petición de ayuda social a organizaciones como Cruz Roja o Cáritas, una evolución al alza que se ha visto intensificada una vez concluida la temporada turística. Este repunte está centrado en la población más vulnerable, y muy especialmente entre los migrantes extracomunitarios, dado que situación de irregularidad de una parte de este colectivo impide acceder a las ayudas oficiales. «El escudo social está funcionando entre muchos colectivos, pero se están quedando fuera aquellos cuya situación administrativa les impide ser perceptores de las ayudas oficiales», lamenta la coordinadora de Cruz Roja en las islas, Juana Lozano. A corto plazo, la presión de este organismo no es optimista, y se prevé un primer trimestre de 2023 «muy duro».

La portavoz de Cáritas Mallorca, Noemí Estaràs, señala igualmente el aumento en la demanda de apoyo que se está registrando, ya que a falta de unos días para cerrar 2022, este organismo había entregado ya más de 200.000 euros en ayudas para necesidades básicas como la alimentación o los alquileres, con más de 3.000 beneficiados. Un dato adicional: el 38% de las personas atendidas por Cáritas en la isla durante este año acudían por primera vez a solicitar este apoyo, con un porcentaje elevado de migrantes en situación irregular que no podían recurrir a la Administración.

En el contexto de la población balear que atiende Cruz Roja, es decir, la que vive en una situación de vulnerabilidad, la demanda de auxilio no ha dejado de crecer durante este año, y se ha intensificado de forma especial durante los últimos meses a medida que la actividad turística se ha ido reduciendo, hasta el punto de que sus niveles actuales superan los que se registraron durante la pandemia. Por su parte, Cáritas señala igualmente ese crecimiento, aunque sin llegar todavía a las cifras provocadas por el coronavirus en 2020.

La diferencia es que si con la covid el 65% de los perceptores de auxilio por parte de Cruz Roja pasaron a ser españoles, en este momento la situación ha dado un vuelco y la mayoría son extranjeros no comunitarios. El perfil que destaca es el de mujeres con hijos menores a su cargo.

Ayudas reclamadas

Las solicitudes que se reciben son amplísimas, y van desde la cobertura de ayudas básicas como alimentos o productos de higiene, a apoyo para hacer frente a los gastos energéticos, los desembolsos imprevistos, la adquisición de prendas de abrigo o la obtención de medicamentos con copago, por citar algunos ejemplos.

Juana Lozano destaca la ampliación del presupuesto que la conselleria de Asuntos Sociales que lidera Fina Santiago ha aplicado para atender esas necesidades básicas, pero pone de relieve la barrera que para acceder a ese respaldo supone el vivir en una situación irregular.

Como ejemplo, la coordinadora autonómica recuerda que hay muchos extranjeros que en estos momentos están pagando incluso 400 o 500 euros mensuales por una habitación, abonos que se hacen «en negro» al no disponer de ningún contrato. Eso dificulta que se pueda solicitar alguna subvención destinada a cubrir ese gasto o el vinculado con el suministro energético.

Hay un elemento clave que está provocando una creciente necesidad de apoyo por parte de la población más vulnerable: la inflación.

En este sentido, desde las organizaciones sociales se recuerda que muchas personas que han contado con un salario, aunque sea reducido, durante el verano han pasado a depender, en el mejor de los casos, de una prestación o subsidio durante la temporada baja, que en ocasiones tiene una cuantía claramente insuficiente para atender todas las necesidades de una familia. El aumento en el precio de productos tan básicos como los alimentos o de la electricidad está provocando que esta imposibilidad de llegar a final de mes se acentúe, especialmente cuando se registran gastos imprevistos.

Este problema es todavía más grave cuando se trata de personas procedentes de Africa o de Latinoamérica que se ven abocadas a la economía sumergida al no haber podido regularizar su situación en España, y cuya vulnerabilidad se multiplica una vez concluye la temporada turística y se encuentran sin actividad. 

El hecho de que para 2023 se augure que la inflación se va a mantener alta lleva a Lozano a pronosticar que la situación seguirá siendo negativa al menos durante el primer trimestre del año, a la espera de la reactivación del mercado laboral.

Solidaridad balear

Hay un aspecto que se destaca desde Cruz Roja y Cáritas: el apoyo que en estos momentos se está prestando a los colectivos más vulnerables sería inviable sin el trabajo de los voluntarios y sin el respaldo que se intensifica por estas fechas de empresas y de particulares, que no solo aportan dinero, sino que colaboran con la entrega de productos básicos o juguetes para los más pequeños.

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