La Comunidad Valenciana y Balears, mediante una declaración institucional firmada ayer por la presidenta Francina Armengol y el presidente valenciano Ximo Puig, lanzan un pulso al Gobierno central reclamando «más descentralización, un Estado federal práctico y un nuevo pacto de financiación». Estos tres son los principales acuerdos surgidos de la cumbre entre ambas comunidades y que se ha plasmado en un documento de 10 puntos en la llamada Declaración de Valencia, rubricada ayer en el Palau de la Generalitat.
«Para conseguir recursos para nuestro tejido social y empresarial, queremos más peso político, trabajar para la descentralización y más federalismo, aseguró una Francina Armengol que también recordó que las dos comunidades representan más 145.000 millones en referencia al PIB y lideran la recuperación económica de España tras la pandemia. En este sentido, la presidenta aseveró que «todo eso sin una buena financiación no es posible».
Tanto Armengol como Ximo Puig priorizaron el diálogo político: «En estos tiempos en que parece que algunos viven solo de la crispación y las polémicas estériles, aquí, en València, en el Mediterráneo, el diálogo se impone al ruido», afirmó Armengol.
El presidente Ximo Puig se refirió al frente común entre Balears y Valencia como «dos tierras hermanas unidas por el mismo patriotismo». Realizó el símil de un puente de 90 kilómetros que une Valencia con las islas y lo llamó el puente Jaume I.
Puig calificó de «anomalía en el Estado español» el sistema de financiación: «Hoy reivindicamos lo que es justo, el federalismo práctico. Es irrenunciable que esta anomalía del Estado Español, como es el sistema de financiación autonómico, tenga una redistribución más justa».
Armengol coincidió con su «amigo» Ximo, como lo llamó, destacando los acuerdos para dar una respuesta social a la pandemia que ahora se renuevan con nuevas medidas para hacer frente «al invierno de los precios», en alusión a la inflación. De igual modo, la presidenta hizo especial hincapié en que la colaboración con la Comunidad Valenciana contribuye al hecho de que «ambos territorios se hagan escuchar para el impulso a cuestiones como la descentralización del Estado, la dotación de más recursos para financiar competencias clave y la generación de inversiones transformadoras».
Los puntos del frente común
La Declaración de Valencia es el resultado del intercambio entre ambos gobiernos durante la II Cumbre que se ha celebrado estos dos últimos días en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Los tres primeros puntos ya son una declaración de intenciones sobre el frente común. Apuestan por reivindicar «la vía mediterránea para afrontar los retos como sociedad con diálogo y cooperación, sin climas irresponsables de crispación política». También quieren «avanzar en una vía federal que mejore la cohesión de España y avance hacia la descentralización que permita servicios públicos más eficientes».
Otro de los puntos de la Declaración de Valencia, firmado por Armengol Puig, es donde ambos presidentes lanzan un pulso serio a Madrid: «Reclamación al Gobierno de España de más cogobernanza y un sistema de financiación que acabe con las insoportables desigualdades del actual».
Descuentos por turismo entre ambas comunidades y fondo de formación
La Declaración de Valencia, de la que hoy se sabrán todas las conclusiones, también tiene líneas de colaboración especial entre las dos comunidades gobernadas por los socialistas. Es el caso del impulso del programa «Viajamos» con una plataforma digital conjunta que incluirá descuentos por turismo entre ambos territorios «para estrechar los vínculos culturales y humanos de nuestros dos pueblos», argumentan.
Asimismo, Francina Armengol y Ximo Puig acordaron reclamar al Gobierno de España un fondo estatal de formación para empresas y trabajadores turísticos que gestionarían las comunidades autónomas, con el fin de mantener de alta a los trabajadores durante etapas de formación en temporada baja.
De igual modo, acordaron medidas ambientales. Una de ellas es la «preservación del Mediterráneo que une los dos territorios, mejorando la conservación y protección con una apuesta por la economía azul y por la calidad de los ecosistemas». Asimismo, acordaron la reducción de la dependencia energética y la transición a las renovables, aprovechando la movilidad sostenible.
