Cuatro años después de que se anunciara en la Ley de vivienda balear, una de las medidas estrella del Govern ha empezado a hacerse realidad. Tres de los dieciséis pisos expropiados a grandes propietarios en régimen de cesión de uso temporal ya están alquilados: uno en Manacor y otros dos en Menorca. El resto están en proceso de adjudicación o son objeto de una rehabilitación para hacerlos habitables.
Hace justo un año la conselleria de Vivienda anunció la expropiación de dieciséis pisos vacíos en manos de bancos y fondos de inversión, los primeros que debían incorporarse al parque de vivienda pública del IBAVI para destinarlos a alquiler social. La mitad, ocho, se ubican en Menorca. Cinco están en Eivissa y los otros tres en Mallorca: dos en Manacor y uno en Llucmajor.
El proceso ha sido muy largo desde que esta iniciativa pionera en el Estado se recogiera en la Ley de vivienda autonómica y se regulara en un reglamento aprobado en 2019. Inicialmente el expediente de expropiación forzosa incluyó 56 pisos de grandes propietarios —el requisito es que llevaran vacíos durante al menos dos años—, pero finalmente la conselleria solo culminó la expropiación de dieciséis.
El procedimiento ha tenido el beneplácito de los tribunales, que se han pronunciado a favor ante la oposición formulada por algunos de los grandes propietarios afectados. Sin embargo, el IBAVI ha tenido problemas porque buena parte de las viviendas expropiadas estaban en mal estado y han tenido que ser objeto de una reforma. El proceso de adjudicación tampoco ha sido fácil porque el perfil de los beneficiarios, menores de 35 años con ingresos bajos, es muy cambiante.
En Mallorca, el piso expropiado en cesión de uso temporal en Manacor ya tiene inquilinos, mientras que los dos de Llucmajor están en fase de adjudicación, según informó el departamento que dirige el ibicenco Josep Marí.
Siete de los inmuebles expropiados en Menorca están en Ciutadella: uno de ellos está asignado, tres en trámite de adjudicación y otros tres pendientes de reparaciones comunitarias. El octavo piso se ubica en Maó y ya está habitado.
Finalmente, en Eivissa hay dos pisos en Santa Eulàlia que han entrado en proceso de adjudicación después de recibir la cédula de habitabilidad y de suministros. Otros dos en Sant Antoni de Portmany están pendientes de trabajos de aluminio. El único inmueble en condiciones de ser habitado de inmediato está en Vila, que ya ha sido adjudicado a un inquilino.
El mal estado de buena parte de las viviendas ha sido un problema desde el principio. En marzo de 2021 el Govern anunció que solo incluiría en el expediente de cesión temporal 56 de las que habían entrado en el Registro de pisos vacíos, y que llegó a incluir más de un millar de inmuebles. En algunos casos los bancos prefirieron venderlos antes que cederlos al Govern. Los hay que exigían una reforma demasiado costosa, algunos estaban okupados y otros no cumplían los requisitos para ser expropiados.
De este modo, finalmente han sido dieciséis los que se han incorporado al parque público del IBAVI de manera temporal. Y otros seis lo han hecho de manera permanente después de que el Govern ejerciera su derecho de tanteo y retracto.
Vivienda ha comprometido 540.000 euros por el uso de las viviendas, partida que incluye 170.000 euros para reformas. En todo caso, serán los propietarios de los que en último término se harán cargo de esa factura.
