Los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), denominación que reciben los tres centros de salud de Palma y el de Inca que se encargan de atender las emergencias asistenciales que se producen tras el cierre diario de los ambulatorios y durante los fines de semana que no revisten una gravedad lo suficientemente preocupante como para acudir a un hospital, están al borde del colapso. 

Buena prueba de ello es que los tres SUAP de Palma -S’Escorxador, Escola Graduada y Son Pisà- lucieran este fin de semana unos carteles muy sintomáticos del malestar que sienten los sanitarios que trabajan en ellos.

El doctor Antoni Bosch Bennazar, medico titular de Urgencias de Atención Primaria en el SUAP de Son Pisà y portavoz del sindicato médico (Simebal), revela que si un fin de semana la plantilla de médicos que atiende a la población de ocho de la mañana a ocho de la noche en cada SUAP debería estar compuesta por cinco facultativos, en realidad no hay fin de semana que cubran este servicio más de dos o tres médicos de cabecera. De la misma manera, si el turno de noche (hasta las ocho de la mañana del día siguiente) debería estar atendido por dos o tres médicos, es habitual que solo se presenten dos e incluso en ocasiones un solo doctor de cabecera.

«Hay que tener en cuenta que cada SUAP de Palma atiende a unas 120.000 personas», recuerda para subrayar la imposibilidad de atender a ese volumen de población con unos recursos humanos tan mermados cuando la situación se complica.

En el génesis de estos descubiertos sitúa el doctor Bosch la no aplicación del aumento de las retribuciones por hora de guardia acordado este pasado verano. «Esta deficiente retribución se añade a la jubilación de los médicos titulares, personal fijo que no se está renovando y, por lo tanto, no hay recambio. No se ha aumentado las plantillas de los SUAP y la mitad de la gente que trabaja lo hace con contratos eventuales», denuncia.

Esta contratación temporal se suma a la mala retribución y a la incertidumbre que siempre acompaña al médico que cubre un fin de semana sobre lo que le puede deparar un turno mermado de compañeros para originar la tormenta perfecta. Y se trata de una situación que se viene repitiendo en el tiempo

«Por ello los médicos deciden irse a trabajar a la privada, regresar a sus lugares de origen o integrarse en otros servicios. Estas navidades, como el pasado verano, esto va a ser como el rosario de la aurora. Los descubiertos se van a multiplicar», advierte el doctor Bosch antes de concluir que «no es cierto que no haya médicos, lo que pasa es que hay que volver a hacer atractivo su trabajo».

"No me extrañaría una huelga"

 Bosch alerta de que «hay un hartazgo mundial, por lo que no me extrañaría que se convocara una huelga» en Primaria. El jueves se informará a los médicos en asamblea cómo está la situación y serán ellos los que decidan. «La GAP (su gerencia) está bloqueada, la Administración no hace nada e incluso nos amenaza. Y no se puede tener un SUAP abierto sin médicos que lo atiendan», denuncia.