El Club Diario de Mallorca acogerá el próximo martes el Foro Transición Energética, un evento que contará con el Comisionado para el Impulso de la Energía Sostenible en los Sistemas Insulares, el menorquín Marc Pons, como principal protagonista. Pons, ingeniero civil y arquitecto técnico, fue portavoz del Govern, conseller de Territori, Energia i Mobilitat, conseller de Presidència, vicepresidente y presidente del Consell de Menorca.

La jornada, patrocinada por Endesa, Redexis, Red Eléctrica y Sampol, contará con la participación de destacados expertos. En la mesa, moderada por nuestro colaborador y experto en sistemas energéticos, Fausto Oviedo, intervendrán la consellera de Territori del Consell de Mallorca, Maria Antònia Garcias; el director general de en Baleares de Endesa, Martí Ribas; el director regional de Baleares de Redexis, Hernando Rayo; el director de Operación de los Territorios Insulares de Red Eléctrica, Juan Bola; el responsable de I+D+I de Grupo Sampol, Pau Cortés; y el presidente del Clúster de Transición Ecológica de Illes Balears, Ramón Perpinyà.

¿En qué punto se encuentran las Illes en el cambio de modelo energético? ¿Queda mucho por hacer?

Queda mucho trabajo por hacer, pero también es cierto que lo que está hecho está planteado con la dirección acertada y permitirá ver buenos resultados en el medio plazo.

¿Qué actuaciones se deberían impulsar a corto plazo?

Hay varias cuestiones y una de ellas está ligada a la necesidad de reforzar nuestra conexión de Illes Balears con la Península y entre las islas. El segundo enlace eléctrico entre Mallorca y la Península juega un papel fundamental y también lo juega la conexión entre Eivissa y Formentera y la próxima que habrá entre Menorca y Mallorca. Cuando tengamos esto ejecutado, que ya está planificado y con dotación presupuestaria, formaremos parte del sistema continental y nos dará una estabilidad del sistema energético, que facilitará de una manera rápida la producción de renovables y, por otro lado, aportará mucha garantía de suministro. La segunda cuestión es la materialización y construcción de parques fotovoltaicos. Algunos ya tienen concesión para la parte energética, otros tienen tramitaciones medioambientales y otros están en proceso. En el momento que estén construidos supondrá un gran avance. Tenemos que tener en cuenta también el autoconsumo y el hecho que cada vez más particulares están por la labor de producir su propia energía. Tenemos un paquete de 230 millones de euros, exclusivamente para Balears, que persigue favorecer la transición energética, impulsar autoconsumo, la implantación puntos de recargas y facilitar la transición en el sector del transportes. El objetivo de Balears es mucho más ambicioso que el del conjunto de España porque la idea es llegar a la descarbonización en 2040 y eso pide no perder ni un solo día.

¿Es factible cumplir con la meta del 2040?

Es factible si seguimos trabajando a este ritmo y mantenemos la tendencia.

¿En qué medida es urgente seguir avanzando en este cambio de modelo energético?

Todos debemos ser conscientes que llegamos tarde. Y no solo Balears, todo el mundo. Este es el gran reto del siglo XXI. La transición energética y la descarbonización de la economía marcará la agenda de las próximas décadas de todos los gobiernos y de todo el mundo. Y no solo las agendas políticas e institucionales, también las agendas económicas. Ya estamos viendo como la transición energética se ha convertido en una oportunidad de generar riqueza y los sectores económicos, cada vez más, orientan sus inversiones hacía aquí. Esto supondrá un cambio en la geopolítica mundial al dejar de comprar barriles de petróleo o metros cúbicos de gas. España aspira a ser autosuficiente e, incluso, a exportar energías generada por fuentes renovables.

¿Sería posible este cambio de modelo sin los fondos europeos?

El cambio podría ser factible, pero no sería tan rápido. Las ayudas europeas nos permiten agilizar y acelerar el proceso, hacer y aportar seguridad a aquellos inversores que apuestan por el cambio de modelo. No solo hay que pensar en sectores económicos, también en ciudadanos particulares. Ahora la instalación de placas solares tiene unas ayuda de un 30% lo que ha permitido que mucha gente opte por dar el paso porque hay un retorno económico mediante la rebaja del coste de la factura de la luz.

¿Es compatible esta transición con el sector turístico siendo la principal fuente de riqueza?

Se debería entender aún más porque el sector turístico de Balears ha decidido apostar por la calidad. Los valores medioambientales aportan un valor añadido a la calidad. Se trata de hoteles autosuficientes, que generen su propia energía, o buscar estrategias de economía circular porque una buena parte de los clientes de estos establecimientos lo valoran y lo demandan cada vez más. Solo por una cuestión de marca, de posicionamiento y de producto ya es atractivo, pero cuando los hoteles hacen esta apuesta ven que son más competitivos económicamente porque reducen gastos fijos.

De todos los ítems que engloba la transición, ¿en cuál estamos más atrasados?

Creo que el reto es la electrificación del sector de transporte referido al transporte privado. Aún falta una paso más en la reducción de costes para hacer posible el cambio del vehículo de combustión al eléctrico. Por otro lado, hay que destacar que Mallorca ha hecho una cosa que no ha hecho nadie en España y es la electrificación de toda su red ferroviaria. Ahora Serveis Ferroviaris está construyendo el primer parque fotovoltaico para cubrir sus propias necesidades.

¿Cuándo se podrían ver cambios grandes?

Ya estamos viendo algunos y no son pequeños. El más simbólico es el cierre de la central de carbón de Es Murterar, donde había cuatro grupos produciendo energía. Dos de ellos ya están clausurados y en proceso de desmantelación y los otros dos lo máximo que pueden producir son 22 días al año. Esto ha supuesto una mejora en la reducción de la emisión de CO2 muy considerable. Cuando llegue el segundo enlace, que debe estar en marcha en 2026, supondrá la clausura total de Es Murterar. En paralelo, la construcción de parques fotovoltaicos que están autorizados - en Mallorca y en Menorca-, y que a finales de 2023 deben estar en funcionamiento, representará un salto adelante para que el resto de centrales, como la de Cas Tresorer y Son Reus, produzcan menos.

Entre el sector público, el privado y los ciudadanos, ¿a quién le falta más implicación?

Cada vez hay más implicación de las tres partes. Hay una fuerte implicación del sector público con recursos evidentes; hay una parte visible del sector privado que cada vez apuesta más porque ve una oportunidad económica de generar riqueza y reducir gastos, y los ciudadanos se vuelcan más en el autoconsumo. Cada vez confluyen más los intereses, porque no es exclusivamente una cuestión de principios éticos o morales sino que hay otro, que es lícito, que es el económico.