El impuesto de solidaridad a grandes fortunas afectará a los contribuyentes de las comunidades de Baleares, Cataluña, Galicia, Andalucía, Principado de Asturias, Cantabria, Región de Murcia, Comunidad de Madrid y de las cuatro haciendas forales debido a que su tarifa en el Impuesto de Patrimonio presenta tipos más reducidos que los anunciados en el nuevo tributo que se debate en el Congreso de los Diputados.

Todas estas comunidades, con la excepción de las haciendas forales, presentan un tipo máximo en el Impuesto de Patrimonio inferior al establecido en el impuesto de solidaridad. En el caso de las haciendas forales, la diferencia entre el Impuesto de Patrimonio y el impuesto de solidaridad afecta a más tramos de la tarifa.

Así se desprende del informe publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), en el que Diego Martínez (Universidad Pablo de Olavide y Fedea), Manuel Díaz (Fedea) y Carmen Marín (Fedea) analizan las posibles repercusiones del nuevo impuesto de solidaridad para las haciendas autonómicas, sin entrar a valorar esta figura tributaria.

De acuerdo con el análisis, el nivel de patrimonio neto al que comenzarán a verse afectados los contribuyentes de las diferentes comunidades oscila desde los 3,7 millones de euros en Madrid o Andalucía, hasta los 209,9 millones de Baleares.

Principales rasgos

Los principales rasgos de este impuesto coinciden en esencia con los del actual Impuesto sobre el Patrimonio (IP). El impuesto afectará a los patrimonios netos superiores a los 3,7 millones de euros. El primer tramo gravará al 1,7% las bases liquidables (patrimonio neto descontados 0,7 millones de euros de mínimo exento) de entre 3 y 5,34 millones de euros. El segundo tramo fija un tipo del 2,1% y afectará a la horquilla entre los 5,34 y los 10,69 millones. Finalmente, para patrimonios superiores a los 10,69 millones, se aplicará un tipo del 3,5%.

La recaudación del impuesto de solidaridad será percibida por el Estado y la del Patrimonio se mantendrá en las comunidades autónomas. Ante esta situación, Fedea señaló ayer que hay comunidades que presentan tipos más reducidos en su Impuesto de Patrimonio que los propuestos a través del impuesto de solidaridad y comunidades que están bonificando la totalidad del IP (Comunidad de Madrid y Andalucía) o una parte del mismo (Galicia).

«Estas comunidades no podrán beneficiar a sus contribuyentes con menores tipos ya que el impuesto de solidaridad aumentaría hasta compensar la rebaja», recalcaron los autores en el informe.