Talleres de autoestima, murales de coeducación, representaciones teatrales, charlas, son algunas de las iniciativas que los centros educativos de Baleares llevarán a cabo este viernes 25 de noviembre para celebrar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. El programa, que se inició en 2019, sigue teniendo un papel relevante en los alumnos, puesto que, según el conseller de Educación y Formación Profesional, Martí March, "la escuela es un espacio fundamental para empezar a crear conductas y actitudes que realmente posibilitan la lucha contra la violencia y a favor de la igualdad".
"Desde la educación y formación, con igualdad, respeto y justicia de todos nuestros niños y jóvenes, conseguiremos que, cuando sean adultos, entiendan y respeten a sus iguales, es decir, a las mujeres", ha señalado la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido. Es por eso por lo que, desde que se puso en marcha el programa para sensibilizar y prevenir de las diferentes formas de violencia contra las mujeres en las escuelas, la participación de los centros educativos ha ido aumentando. El año pasado fueron 117 colegios y este curso, 158. De este total, 110 son de Mallorca (105 públicos y 5 concertados), 28 de Menorca (25 públicos y 3 concertados), 18 de Ibiza y 2 de Formentera.
March, acompañado de la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido; de la directora general de Primera Infancia, Innovación y Comunidad Educativa, Amanda Fernández, y de la directora del Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar, Convivèxit, Aina Amengual, ha aprovechado la presentación de estas actividades, que cuentan con el presupuesto de 300.000 euros procedentes del Pacto de Estado de Violencias Machistas 2018-22, para dar a conocer el Protocolo de prevención, detección y actuación delante de las violencias machistas en los centros educativos públicos de las Islas Baleares.
El Protocolo pretende dotar a los centros educativos de herramientas útiles para hacer frente a la problemática de la violencia contra las mujeres y actuar en los casos de su entorno. Construir espacios seguros y respetuosos que fomenten las relaciones sanas, el bienestar personal y de la comunidad; sensibilizar a la comunidad educativa en la lucha contra las violencias machistas, y permitir la detección, la intervención y el seguimiento de estas violencias en el ámbito educativo, son los objetivos generales adoptados por esta iniciativa.
"Los niños son esponjas y, al final, esto es un protocolo educativo que no solo acompaña a las víctimas, sino que también sirve para reeducar a los agresores", ha explicado Amengual. Por eso, para poder aplicar adecuadamente las pautas recogidas en el documento, se tiene previsto organizar cursos de formación dirigidos a los docentes. Además, el procedimiento y las medidas previstas en el Protocolo son flexibles y se adaptan a las circunstancias de cada caso. A partir de su propia experiencia, la directora ha contado que "desde el centro prevenimos, detectamos y acompañamos".
