Un estudio de la UIB y la Fundación Palma Aquàrium,  que se ha publicado recientemente en la revista científica Biology, proporciona las primeras evidencias científicas del impacto que tienen los residuos plásticos marinos sobre los cetáceos en Baleares. La investigación demuestra que estos restos suponen una amenaza importante para  varias especies de delfines y ballenas, tanto por las consecuencias de la ingesta, que les pueden provocar obstrucciones y perforaciones en el trato gastrointestinal, como por las complicaciones que se pueden derivar de quedar enredados entre los sobrantes.

La investigación demuestra que la presencia de plásticos en los océanos es una amenaza para todos los cetáceos en las aguas baleares. Los expertos han podido analizar la presencia de residuos plásticos en el trato digestivo de 30 ejemplares, de los que el 10 por ciento presentaban restos en su aparato digestivo y el 7,3 habían quedado enganchados entre redes y aparatos de pesca a la deriva. Frente a estos datos, el equipo de estudio ha señalado que " los residuos marinos son una problemática crítica para los hábitats marinos y la vida salvaje, a menudo con consecuencias fatales a través de la ingesta o del enredo".

Antònia Solomando enseña las redes de pesca que enredan a los cetáceos UIB

El origen del estudio se debe a que, entre enero de 2019 y agosto de 2022, 108 ejemplares de cetáceos encallaron en la costa de las Islas Baleares, por lo que el  Consorci de la Recuperació de Fauna de les Illes Balears (COFIB), organismo que pertenece al Servei de Protecció d'Espècies de la Conselleria de Medi Ambient i Territori del Govern de les Illes Balears, encargó a la Fundación Palma Aquàrium que los atendieran.

 Los profesionales que han participado en esta investigación son Antònia Solomando, alumna del programa de doctorado en Ecología Marina; Francisca Pujol, de la Fundación Palma Acuario; el doctor Antoni Sureda, catedrático del Departamento de Biología Fundamental y Ciencias de la Salud, y el doctor Samuel Pinya, investigador principal del grupo de estudio en Ecología Interdisciplinaria de la UIB.

Samuel Pinya, Antoni Sureda, Antònia Solomando y Francisca Pujol presentan el estudio. UIB

Entre las 30 muestras examinadas, se encuentran cinco especies diferentes: quince ejemplares de delfín listado, nueve de delfín mular, dos calderón gris, un rorqual común y un cachalote. Restos de redes y de hilo de pescar se hallaron en el trato digestivo de dos hembras adultas de delfín mular, mientras que en un cachalote se encontraron fragmentos de cintas de embalaje, de una bolsa y de una lámina de plástico. En cambio, en los otros ejemplares no se detectaron residuos plásticos, pero siete de ellos habían quedado atrapados entre redes y aparatos de pesca abandonados a la deriva, además de presentar heridas y amputaciones causadas por estos aparatos.