La decisión de no aceptar las enmiendas de Podemos y el equipo del vicepresidente Juan Pedro Yllanes sobre la transición enérgetica en la negociación de la ley de Turismo sigue siendo una espina clavada para la formación morada. Por ello, el conseller afirmó ayer en sede parlamentaria que «a mí lo que realmente me preocupa es que el sector turístico se adhiera de una vez por todas a la transición energética» porque «se está resistiendo»: «El principal motor económico de Baleares no apuesta por ello».

Desde Podemos enviaron un mensaje a través de la cuenta oficial en las redes sociales en el que explicitaban este enfado: «Los hoteleros obligaron al bipartidismo a vetar las enmiendas de Podemos de transición energética en la ley de Turismo. Queríamos obligarles a producir mediante renovables el 50% de la energía consumida, equivalente a la contaminación en la Vía de Cintura en 1 año».

El vicepresidente ya evidenció su rechazo a esta decisión durante el debate de la ley, cuando decidió ausentarse de su asiento durante las intervenciones porque consideraba que el Govern estaba siendo «poco valiente» en el reto de la transición energética. Tal y como relató en la Cámara balear, se ausentó «de manera discreta» como forma de «manifestar su descontento y en base a su sano convencimiento» por el hecho de que la norma no contuviera medidas concretas en esta materia y, además, apuntó que él consideraba que estas medidas son necesarias por el «futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos».

En la feria turística World Travel Market de Londres, la presidenta de los hoteleros de Mallorca, María Frontera, afirmó que hay «colapso de proyectos» de transición energética y declaró que se van a pedir «muchos millones y muchas oportunidades se perderán por no haberse preparado con antelación»: «¿Quién quiere ser tan ambicioso diciendo que se van a repartir tantos millones y no prepara las operativas para que luego puedan analizar y gestionar bien estos proyectos?».