El Govern balear consigue sortear el primer escollo para aprobar definitivamente los presupuestos para 2023 después de rechazar las enmiendas a la totalidad de PP, El Pi, Vox y Cs.

Los ‘populares’ consideran que las cuentas son «hiperexpansivas» y sirven para «pagar la campaña electoral de Francina Armengol». Frente a estos presupuestos, plantean «una alternativa prudente y responsable», con un incremento del gasto de alrededor de 300 millones de euros y una reducción de los impuestos a las rentas medias y bajas por importe de 300 millones de euros.

El Pi critica al Govern por tener «un crecimiento presupuestario brutal y una cantidad de oportunidades brutal» y, pese a ello, no ha avanzado desde 2015 «en aquello que es esencial en las islas» como la movilidad o la vivienda.

Desde Cs lamentan el «fracaso» con los presupuestos porque «gastar más no significa gastar mejor y nos preocupa que el Govern hipoteque el futuro de las próximas generaciones sin un plan de eficiencia del gasto público».

Finalmente, Vox señala que las cuentas de 2023 «no se sustentan en ningún análisis económico serio», son «muy poco creíbles» y están «muy poco trabajadas».