El Regimiento de Artillería desplegó ayer una unidad de defensa de la costa, ubicada en Palma, Llucmajor y Calvià. Este despliegue se encuadra en unas maniobras militares, en las que participa más de un centenar de soldados, que forman parte de la preparación para el cumplimiento de sus misiones permanentes. 

Según fuentes de Defensa, esta misión supone un reto logístico, tanto por las distancias a recorrer, como por la diversidad de los medios de transporte que van a utilizar los militares en esta prueba de entrenamiento. 

En este ejercicio también participará personal militar procedente de la Comandancia General de Balears. Estos soldados se encargarán de aportar el necesario apoyo logístico al despliegue, así como colaborar en el aumento de la capacidad de protección de los elementos técnicos que se utilizan en estos ejercicios. 

Estas operaciones permanentes de vigilancia y disuasión son una herramienta eficaz para mantener un control de los espacios de soberanía. Son medios que permiten detectar de forma anticipada amenazas externas, a la vez que permiten una respuesta inmediata ante dicho ataque.