El sistema de atención a la dependencia ha crecido mucho desde su implantación pero ha de prepararse para el "tsunami" de necesidades de personas mayores que se viene. En 2030 un tercio de la población española tendrá más de 65 años: «Si no nos preparamos, la crisis será brutal».

Hoy día una de cada cinco personas mayores de 65 años tiene un grado de dependencia al necesitar ayuda en su día a día. Entre las personas de más de 85 años, una de cada dos necesita asistencia para vestirse, lavarse, comer... para vivir. El sistema de atención a la dependencia arrancó en 2008 para dar respuesta a estas necesidades y desde entonces en Baleares las prestaciones otorgadas han crecido un 645%, pero aún queda mucho por mejorar (como el tiempo que transcurre entre que una persona solicita la prestación y la recibe, que en las islas supera el medio año) y es necesario prepararse para el envejecimiento poblacional, con más recursos, mejor gestión y mejor coordinación entre Salud y Servicios Sociales apoyándose en la tecnología. 

Así lo expuso Gregorio Molina, director general de Atención a la Dependencia, y uno de los autores de varios capítulos de la edición de este año del Anuari de l'Envelliment, la publicación que confecciona el grupo GIFES de la UIB con el apoyo de Colonya Fundació Guillem Cifre que fue presentada este jueves día 10.

Según exponen los artículos del Anuari, desde el año 2008, las solicitudes de reconocimiento de la situación de dependencia en las islas se han duplicado, pasando de las 15.581 a las 35.988 el 2021, un incremento de 20.407. El servicio de atención residencial ha mantenido una tendencia al alza, con un aumento del 329,5%, pasando de los 647 usuarios de 2008 a los 2.779 de 2021, si bien en Baleares predomina la prestación económica para cuidados en el entorno familia. El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia atiende más de 18.444 perceptores el diciembre de 2021, lo que supone un importe superior a los 4,3 millones de euros mensuales y de más de 50 millones de euros anuales.

Baleares ha de prepararse para el "tsunami" de necesidades de una población cada vez más envejecida DM

La financiación, entiende Molina, será clave para incorporar más profesionales al sistema y más recursos. Aunque la ley fijaba que la financiación sería a medias entre el Estado y las comunidades, la realidad ha resultado ser otra: en Baleares, el Govern aporta el 84%. 

El director genera indicó que en 2022 ha habido un fuerte incremento de peticiones, por encima de las previsiones que habían hecho tras el parón por la pandemia, con lo que han incrementado la plantilla de valoradores en 15 profesionales, intentando no alargar el periodo de espera, que ahora supera los 200 días en Balears. Es una cifra mejor la media estatal, que es de 409 días, pero Molina reconoce que hay "mucho margen de mejora". 

Anuari de l'Envelliment

Los efectos de la pandemia en el colectivo de las personas mayores son tratados en varios artículos del Anuari de l'Envelliment, como explicó su directora, Carmen Orte.

Por ejemplo, Jordi Puiguriguer, coordinador de la Unidad de Toxicología de Son Espases, ha analizado en un artículo la influencia de la covid en las intoxicaciones entre la gente mayor. El médico señaló que les ha sorprendido ver cómo mientras entre la población joven y adulta han crecido las intoxicaciones y los intentos de suicidio con tóxicos, entre los mayores se han mantenido las cifras algo que acachan a la resiliencia desarrollada por las personas de más edad. Puiguriguer subrayó que de los 2.000 pacientes por intoxicación que tratan cada año, un 6% tiene más de 65 años.

El Anuari incluye otro artículo sobre los suicidios entre la gente mayor y otro sobre las adicciones en este colectivo. "La gente envejece como ha vivido", razonó Orte, "y si tenía un problema de consumo y no lo ha resuelto seguirá teniéndolo de mayor", señaló la catedrática, subrayando que el envejecimiento es muy heterogéneo.

Las Unidades de Conductas Adictivas (UCA) y Projecte Home han detectado un incremento de la media de edad de las personas atendidas por adicciones a sustancias y comportamentales y advierten que estas personas presentan patrones diferenciados de los más jóvenes, con lo que necesitan un abordaje diferente al tener necesidades específicas. El estudio de Victòria Quesada, María Valero de Vicente, Albert Moratinos, Sergi Canal y Xavier Bonet insta a reflexionar sobre los servicios de atención y tratamiento ya que se prevé un incremento de la demandas en los próximos años El año pasado, un total de 488 personas de más de 55 años recibieron algún tratamiento o atención (29,7% mujeres y 70,3% hombres) por adicciones. El alcohol es la sustancia por la que recibieron tratamiento más usuarios mayores.  

El Anuari de l'Envelliment incluye un total de 22 artículos de temática muy diversa, elaborados por 45 autores y su objetivo es influir en las agendas políticas, mostrar y analizar el envejecimiento desde diferentes puntos de vista y llamar la atención sobre las necesidades específicas de este grupo de población.